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Así se localizó el ordenador de la defensa de la pareja de Ayuso: un rastro claro y cero colaboración del ladrón

El ordenador que varios desconocidos robaron a la abogada del compañero sentimental de Isabel Díaz Ayuso en su casa de Alicante pudo recuperarse porque la Guardia Civil seguía la pista al dispositivo. Los ladrones cometieron la torpeza de sustraer una computadora que dejaba rastro y así fue cómo los investigadores dieron con la furgoneta que intentaba abandonar España con otros muchos objetos electrónicos robados desde el puerto de Algeciras rumbo a Tánger (Marruecos).

Quienes llevaban la mercancía, un hombre y una mujer de nacionalidad marroquí, eran simples intermediarios; personas a las que los grupos de delincuentes utilizan para sacar de España los objetos sustraídos aprovechando que no están fichados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este caso, según detallan a este periódico fuentes de la investigación, los tres únicamente tenían antecedentes policiales por contrabando de tabaco.

El hombre, indican, no quiso colaborar en ningún momento. La furgoneta llegó al puerto de Algeciras a última hora de la tarde del miércoles. Los agentes del Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de Alicante, quienes dirigen las pesquisas, dieron el aviso a Algeciras tras haber rastreado al vehículo durante su trayecto. Al darles el alto, los guardias civiles tuvieron que sacar todas las maletas y las cajas que había dentro del vehículo porque el hombre se negaba a hacerlo. Junto al Macbook Air de la letrada del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid había otros ordenadores, relojes, tablets, ropa y patinetes electrónicos presuntamente robados.

En el momento en el que apareció el Macbook Air, los agentes comprobaron que el número de serie coincidía con el dispositivo sustraído. El ordenador desapareció en una vivienda de Guardamar del Segura (Alicante) que es propiedad de la letrada de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña.

La abogada interpuso la denuncia en el puesto de la Guardia Civil de la localidad alicantina el pasado 12 de enero, justo después del robo, pensando que se trataba de una sustracción sin más. Sin embargo, los posteriores robos que aseguraron haber sufrido otro letrado próximo a la pareja de Ayuso y el arquitecto que participó en la reforma de la casa en la que vive la pareja, hizo que realizara una ampliación de la denuncia por si los hechos pudieran estar relacionados.

En ella se incluyen varios allanamientos de morada al otro abogado y al arquitecto. Además, varios desconocidos irrumpieron en la segunda residencia del fiscalista Carlos Neira, donde estuvo en Navidad y desde donde trabajó en el caso, pero no se llevaron nada dado que no conservaba ningún dispositivo informático.

Hasta el momento, la investigación apunta a que los detenidos pudieron ser contactados por un grupo dedicado a robar dispositivos electrónicos en España para, después, venderlos en Marruecos. Los primeros pespuntes de la investigación apuntan a que quienes entraron a robar en casa de la abogada integran un grupo activo en la zona del sur de Alicante cuya casuística principal pivota sobre las segundas residencias. Al margen del robo del ordenador de la letrada, el equipo jurídico también denunció que González Amador percibió que habían violentado su vehículo en el garaje de su trabajo y que no se llevaron ni las tarjetas de crédito ni el dinero que había en su interior. Antes había observado un coche sospechoso con múltiples antenas en el techo en los alrededores de su domicilio.

Aunque en su momento no lo denunció por no haberle sido sustraído nada del interior, a la vista de los acontecimientos, lo puso en conocimiento de la Guardia Civil. Por último, el pasado fin de semana varios desconocidos irrumpieron en el domicilio del arquitecto. La abogada puntualizaba ayer que el resto de objetos robados no han aparecido: «Me informan que no han encontrado el resto de dispositivos electrónicos (tabletas, otro ordenador MAC más antiguo…) sustraídos en mi domicilio».