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Así se fugó ‘El Pastilla’ de la cárcel: en tres minutos y escoltado por sus padres «sonrientes»

Yousef Mohamed Lehrech, alias ‘El Pastilla‘, se fugó de la cárcel de Alcalá Meco la víspera de la Nochebuena de 2023 por la puerta principal en tres minutos. Salió escoltado por sus padres y hermanos, «sonrientes», y pegado a la pared esforzándose por mantener «cierta distancia» de ellos. El joven -con un nutrido y sangriento currículum delincuencial pese a sus cortos 19 años (dos homicidios por encargo)- logró huir de la prisión camuflado entre las familias de los internos que salían tras haber tenido una comunicación con su familia.

Su fuga causó una profunda polémica por la forma en la que se había producido -fruto de una cadena de negligencias de funcionarios de prisiones y de la Guardia Civil del centro penitenciario- y dejó muchas preguntas en el aire. EL MUNDO ha accedido al informe final que reconstruye a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad cómo el joven sicario logró escapar y mantenerse prófugo de la Justicia un mes. A su llegada a la prisión de Alcalá Meco, El Pastilla, había sido calificado como preso FIES (Fichero de Internos de especial seguimiento), es decir, en el grado de los más peligrosos y que requieren un mayor control. Estaba encarcelado por matar por dinero a su jefe en abril de 2023 y asesinar por error a un joven de 26 años en Algeciras.

Hacía pocas semanas que Yousef Mohamed Lehrech había llegado a la prisión madrileña procedente de la de Algeciras. Todavía no estaba adaptado. Dada la proximidad de la Navidad, se le concedieron dos comunicaciones (visitas de su familia). La primera era con sus padres y la segunda, con sus hermanos. Una funcionario abrió la puerta de la celda de El Pastilla, situada en el módulo 11, a las 16.15 horas de ése 23 de diciembre de 2023. Era el único interno de su módulo que tenía una comunicación a esa hora, tal como refleja el documento. El joven llevaba un chándal negro y blanco y unas zapatillas de deporte. A las 16.25 horas, la trabajadora penitenciaria lo saca del módulo y, tras recoger a los presos del módulo 10 que también iban a encontrarse con sus familiares, lo acompaña hasta la zona de locutorios, donde ambos llegan a las 16.27 horas. La funcionaria se marcha y el joven se queda dentro para encontrarse con sus padres en el locutorio, a través de un cristal, tal como estaba previsto.

Antes de que entraran sus progenitores, «se le hizo saber al interno que tenía dos comunicaciones autorizadas y que al finalizar la primera» el funcionario «se llevaría a la familia para entrar de nuevo con el resto de familiares (los hermanos)». Sin embargo, cuando El Pastilla termina el encuentro con sus padres, abandona el departamento de comunicaciones en compañía del resto de internos que han ido a ver a sus familias. Son las 17.14 horas.

Yousef Mohamed Lehrech sale en tercer lugar y camina hasta el fondo del pasillo para, momentos después, retroceder sobre sus pasos y detenerse a hablar con el preso que ese día estaba de ordenanza de limpieza. Tras intercambiar unas palabras, vuelve al pasillo. Y ahí es donde pone las bases para terminar fugándose. Los cuatro reos que habían terminado sus comunicaciones giran a la derecha, rumbo a sus módulos, mientras que El Pastilla se va hacia la izquierda, de acuerdo con el informe. Empieza a caminar en solitario en dirección al Rastrillo 3, una de las zonas internas de control de la cárcel de Alcalá Meco. «Permanece quieto unos segundos frente a la puerta», detalla el dossier. Mira a su alrededor -prosigue- antes de tocar el timbre. A las 17.15 horas la puerta se abre y el joven la atraviesa. Es ahí donde se une a los familiares de internos que ya han comunicado con sus hijos y se prepararan para salir del centro penitenciario.

«Junto a ellos va el interno, siempre pegado a la pared y un poco adelantado respecto a sus familiares, guardando cierta distancia», precisa. El grupo camina hasta la puerta principal del penal acompañado por un funcionario. Los primeros familiares alcanzan la dependencia a las 17.16.15 horas. El Pastilla, siete segundos más tarde «pegado a la pared opuesta y manteniéndose alejado del grupo». A las 17.16.30, un funcionario se acerca a hablar con la familia para devolverle sus documentos de filiación «permaneciendo (El Pastilla) alejado y aproximándose posteriormente al grupo».

Desde las 17.17.05, las cámaras aprecian al interno acercarse a la puerta, «deteniéndose unos instantes al lado del acceso a la misma para volver sobre sus pasos unos segundos más tarde y encaminarse de nuevo hacia ella a las 17.17.45 horas para, finalmente, cruzarla a las 17.17.54 horas pasando a la derecha del funcionario, al cual sortea para acceder a la dependencia, sin sujeción a control alguno y sin recibir documentación».

Inmediatamente detrás de él, van franqueando la puerta los familiares que restaban. «A las 17.17.48 horas sale la primera familia y, acto seguido, a las 17.17.59 horas, la familia del interno, siendo el primero en salir su padre, seguido por el propio interno y éste, por su madre y los dos hermanos. La madre y uno de los hermanos salen sonriendo», indica el informe sobre la fuga del joven. Una vez superada la puerta principal del edificio, El Pastilla se dirige primero a la pared externa del control de acceso, junto a la valla, pasa por delante y se dirige al de enfrente, el correspondiente al «Cuerpo de la Guardia Exterior». Camina por la acera del edificio de control de accesos, atravesando la puerta de dicho control.

Finalmente, sale del control de accesos y se dirige «a paso ligero» hacia el exterior del centro penitenciario franqueando la última barrera y alcanzando la vía pública, en concreto, la rotonda que da acceso a la cárcel de Alcalá Meco. Tras advertir los funcionarios que se había fugado, la Policía Nacional se activó. Todos los actores implicados eran conscientes de la peligrosidad de un joven que basculado entre dos organizaciones criminales rivales –Los Piolines y Los Tayena– y, dentro del penal, temía por su vida. La Policía lo encontró un mes después en Leipzig (Alemania) tras ser detenido por cometer un robo en la estación de tren. Llegó a la ciudad alemana procedente de Francia.