Río de Janeiro (EFE).- El nuevo entrenador de la selección brasileña, Carlo Ancelotti, visitó este martes el museo de la Canarinha en Río de Janeiro, donde admiró las cinco copas del mundo conquistadas hasta ahora y dijo querer añadir otra más a la colección.
«Sea bienvenido; esta es su casa», le dijo a su llegada el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Samir Xaud, quien lo acompañó durante el recorrido.
Ancelotti se detuvo unos instantes frente a las estatuas de cera de Pelé y Zagallo, dos de los máximos ídolos de la selección, e hizo comentarios sobre la camiseta con el dorsal 10 que vistió Raí en el Mundial de 1994.
«Estoy muy honrado», afirmó Ancelotti, junto a Xaud, recién elegido como dirigente de la CBF, tras la destitución judicial de su antecesor.
Primeros pasos de Ancelotti al frente de la selección brasileña
Más allá de la visita, está previsto que el seleccionador asista este martes a un partido entre el Botafogo y el Universidad de Chile y a otro el miércoles entre Flamengo y Deportivo Táchira, ambos por la Copa Libertadores.
El técnico italiano realizó el lunes su primera convocatoria para enfrentar a Ecuador el próximo 5 de junio y a Paraguay el día 10, en el marco de las eliminatorias del Mundial.
Para esos encuentros, Ancelotti contará con jugadores con los que trabajó en su etapa al frente del Real Madrid, como Vinícius Jr. y Casemiro, y otros que no conoce personalmente, como la joven estrella del Palmeiras, Estêvão.
El técnico afirmó durante la rueda de prensa que su principal misión es alzar otra Copa del Mundo, trofeo que Brasil ganó por última vez en 2002, y que se tomaba esto como una «gran responsabilidad».
El italiano será el cuarto seleccionador extranjero de la Canarinha y el primero en los últimos 60 años.