Tras dos años en recesión, la economía alemana seguirá sin crecer. Así lo anunció este jueves el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, durante la presentación de las previsiones económicas de primavera. Como era de esperar tras la guerra comercial iniciada por Donald Trump, el Gobierno alemán rebajó su anterior pronóstico del 0,3% al 0,0% para el año en curso.
“Esto se debe principalmente a la política comercial de Donald Trump y a las repercusiones de dicha política en Alemania, aunque también hay otras razones”, explicó el ministro saliente, al mismo tiempo que recordó el efecto que tiene el hecho de que Alemania haya estado tantos meses sin un Gobierno operativo que pueda tomar decisiones para incentivar la economía.
Si todo sale como está previsto, el líder conservador, Friedrich Merz, será investido presidente el próximo 6 de mayo, en un Gobierno de coalición con los socialdemócratas. De momento, el Parlamento alemán aprobó un fondo especial de 500.000 millones de euros para infraestructuras, de los cuales, 100.000 millones irán para la protección del medio ambiente, así como una reforma del freno de deuda fijado en la Constitución para excluir el gasto en defensa.
Asimismo, el acuerdo de coalición del futuro Gobierno incluye amplias medidas para reactivar la economía como impulsar la inversión a través de mejores posibilidades de amortización para las empresas, así como una reducción de los costes energéticos, flexibilizar la legislación laboral, reducir la burocracia y bajar los impuestos a las empresas. Estas medidas tendrán un efecto positivo, según Habeck. En concreto, se calcula un crecimiento del 1,0 % de la economía alemana el próximo año. “Las decisiones de política financiera del futuro Gobierno darán lugar a impulsos positivos, pero estos solo contribuirán de forma notable al crecimiento en los próximos años”.
Sin embargo, el principal problema al que se enfrenta Alemania es el conflicto comercial con Trump que genera mucha incertidumbre. “Es un hecho que la política comercial de EEUU, la amenaza y la imposición de aranceles directamente a la economía alemana, que está muy orientada a la exportación, tiene un impacto directo e indirecto en la economía alemana, porque los mercados mundiales están nerviosos y las barreras a las importaciones y exportaciones afectan especialmente a la economía alemana, orientada a la exportación”, explicó el político de Los Verdes.
Para Habeck es importante tener en cuenta que Alemania depende de los mercados abiertos. China y EEUU son sus mayores socios comerciales fuera del mercado interior. “Dependemos de mercados que funcionen y de un mundo globalizado. Eso es lo que ha enriquecido a este país, ahí es donde hemos desarrollado nuestras fortalezas”, declaró. “Pero, por supuesto, esta fortaleza ha ocultado en cierta medida que no hemos invertido en infraestructura y competitividad en nuestro propio país en la misma medida en que hemos promovido la inversión en otros países y la exportación a otros países”, apuntó.
En su opinión, Alemania no tiene por qué ser líder mundial en exportaciones, pero las necesita y la economía alemana depende de ellas, por lo que es muy importante que los países cooperen entre ellos. A pesar de todo, insistió en todo momento en que “no se trata de una crisis económica, aunque, por supuesto, las cifras no son satisfactorias”.
Asimismo, durante la rueda de prensa, el ministro enumeró una serie de medidas que deben tomarse con urgencia. Primero, diversificar las relaciones comerciales. Segundo, “reforzar y promover aún más la producción propia, sobre todo de bienes críticos, en Europa y, en particular, en Alemania, y luego en toda Europa, dada nuestra importancia económica” y tercero, “reforzar de nuevo la posición de Alemania como centro de innovación”.
En cuanto a la inflación, según las previsiones de primavera, la tasa de inflación debería descender del 2,2 % del año pasado al 2,0 % en el año en curso y al 1,9 % en 2026. Mientras, se prevé que el empleo disminuya este año y que aumente el desempleo debido a las sombrías perspectivas económicas. Por el contrario, se espera que el próximo año vuelva a aumentar el empleo y a disminuir el desempleo.