Jerusalén (EFE).- La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), el grupo respaldado por Estados Unidos e Israel para repartir comida en el asediado enclave palestino, aseguró este domingo que repartió ayuda durante alrededor de una hora en uno de sus puntos de distribución y anunció que abrirá otros dos a lo largo del día.
En varios mensajes en su página de Facebook, la fundación anunció pasadas las 5 de la mañana hora local que abriría un centro de reparto en Wadi Gaza (centro de la franja) e informó menos de una hora más tarde que lo había cerrado «después de terminar la distribución de paquetes alimenticios».
Un paquete por persona
En otro mensaje, informó de que a las 12.00 hora local (9.00 GMT) abrirá dos puntos en el sur de la Franja, concretamente en el Distrito Saudí de Ráfah, y en Tal Al Sultan, en la misma localidad junto a la frontera con Egipto.
En sus mensajes, la organización insta a las mujeres a ir a recoger los paquetes de comida y avisa de que cada persona solo puede llevarse uno.
La GHF aseguró así haber reabierto un centro este domingo después de que ayer sábado dijera que no los pudo abrir por amenazas de Hamás. Según la GHF, el grupo islamista está tratando de frustrar el proyecto para poder controlar el flujo de ayuda humanitaria en el enclave.
El Gobierno de Hamás en el enclave lleva días acusando a Israel de haber convertido los centros de la GHF en «trampas mortales» para los palestinos hambrientos, y asegura que al menos 110 personas han perdido la vida por fuego israelí cerca de los puntos de distribución desde que la fundación comenzó a operar, a comienzos de la semana pasada.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que opera un hospital de campaña en el sur del enclave, ha confirmado que sus equipos han recibido al menos 48 muertos tras registrarse incidentes en los centros de distribución de la zona, y que todos los heridos aseguraron que fueron atacados cuando intentaban recibir ayuda.
El Ejército israelí, por su parte, ha admitido que sus tropas abrieron fuego en varias ocasiones a menos de un kilómetro del centro instalado en el barrio Tel al Sultan, en la localidad sureña de Rafah, después de que algunos gazatíes abandonaran las rutas establecidas para alcanzar el lugar.
La fundación ha recibido el apoyo de Estados Unidos y de Israel, que defiende que el nuevo sistema de distribución es la única forma de impedir que Hamás se beneficie del reparto de ayuda, y rechaza que otros organismos como la ONU lo hagan, al considerarlos contrarios a Israel.
Tanto la ONU como la gran mayoría de las organizaciones humanitarias han rechazado este sistema afirmando que obliga a los palestinos a desplazarse kilómetros para recibir ayuda en unos pocos puntos (antes la ONU y otras organizaciones repartían comida en unos 200 puntos en toda la franja) y carece de la neutralidad necesaria.