Washington (EFE).- El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, dijo este miércoles que la Administración de Donald Trump está estudiando la posibilidad de imponer aranceles a piezas de aeronaves fabricadas fuera del país, en lo que sería una nueva escalada en la guerra comercial.
«Esperamos que, probablemente a finales de mes, tengamos un análisis y establezcamos el estándar para los aranceles a las piezas de aeronaves. Lo discutiremos con el presidente (Trump), estudiaremos el análisis y consideraremos qué hacer», dijo Lutnick durante una audiencia en el Senado.
El objetivo de «mejorar la industria de EE.UU.»
El secretario insistió, en sintonía con el mensaje de Trump, que la «clave» de la guerra arancelaria es «proteger la industria» y asegurarse de que los socios comerciales de EE.UU. traten al país «de manera justa».
«Utilizaremos estas herramientas para mejorar la industria estadounidense», indicó Lutnick, considerado uno de los principales arquitectos de la actual política comercial estadounidense.
Mientras que, el Departamento de Comercio abrió en mayo una investigación que podría sentar las bases para la imposición de aranceles a aeronaves comerciales, motores a reacción y componentes de aviación, según Bloomberg.
El estudio busca establecer si las importaciones de estos productos representan una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. según la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, la misma regla que el republicano ha utilizado para aplicar nuevos gravámenes a las importaciones de automóviles y sus partes.
Los acuerdos de Trump desde la imposición de los aranceles
Washington duplicó desde este miércoles el arancel a la importación de acero y el aluminio del 25 al 50 %, aunque eximió a Reino Unido de este aumento, en virtud del acuerdo comercial al que llegó con Londres en mayo pasado.
Este fue el primer pacto que EE.UU. logró con uno de sus socios tras la imposición de aranceles el pasado 2 de abril, el llamado ‘Día de la liberación’.
El día 9 del mismo mes el mandatario anunció una tregua arancelaria de 90 días para negociar en ese tiempo pactos bilaterales.
También alcanzó un acuerdo temporal con China, que redujo los aranceles sobre Pekín del 145 % al 30 % y dio margen para negociaciones bilaterales. Recientemente, Trump acusó a sus contrapartes de violar las condiciones del pacto, algo que el Gobierno chino ha negado y ha arrojado incertidumbre sobre el proceso.
Ademas del arancel del 50 % sobre el acero, el aluminio y sus derivados, EE.UU. mantiene en vigor un impuesto del 25 % sobre los automóviles y determinadas piezas de coches importados, junto a un arancel de base del 10 % aplicable a todos sus socios comerciales.