El Banco de España ha pedido a los bancos que refuercen el colchón de capital para afrontar posibles crisis. El supervisor ha advertido en su Informe de Estabilidad Financiera que durante los últimos años las entidades españolas han aprovechado el fuerte aumento de los beneficios para remunerar a sus accionistas a través del pago de dividendos crecientes y recompras de acciones masivas, pero no han dedicado tanto capital para reforzar los niveles de solvencia.
“No vemos que el pago de dividendos esté generando un problema para la estabilidad financiera, pero de alguna manera detrae la capacidad de acumulación de recursos para afrontar situaciones de riesgo. Con los niveles de rentabilidad adecuados y con una situación de incertidumbre es un momento adecuado para hacer un esfuerzo y reforzar esa solvencia”, ha detallado Daniel Pérez Cid, director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del Banco de España, durante la presentación del informe.
El informe destaca que los bancos españoles se encuentran en una posición de fortaleza para resistir a una crisis, pero recuerda que todavía siguen lejos de los bancos comparables europeos en cuanto a las reservas de dinero que tienen acumulado para hacer frente a potenciales turbulencias. “La ratio de capital de los bancos españoles es inferior a la del resto de principales sistemas bancarios europeos, mientras que la ratio de apalancamiento se sitúa en un nivel comparable”, indica el informe.
En 2024, la banca española batió de nuevo su récord de beneficios gracias al aumento de los ingresos por intereses que obtienen las entidades por prestar dinero. Mientras los tipos de interés, que fija el Banco Central Europeo (BCE) se mantienen elevados, los bancos ganan más, porque el crédito es más caro y porque las hipotecas a tipo variable aumentan la cuota. En conjunto, las entidades cotizadas ganaron 31.767 millones de euros, un 20,5% más. De esa cifra, los bancos destinaron más de 15.000 millones de euros para remunerar a los accionistas, combinando pagos en efectivo con programas de recompra de acciones. Sabadell elevó el pago anual a sus inversores un 400%, Unicaja un 179% y CaixaBank el 86%. La rentabilidad por dividendo también ha pasado de un rango de entre el 4% y el 6% a estar entre el 5% y el 8%.
Pero la hucha para afrontar contingencias no ha aumentado en la misma medida. Según los datos del Banco de España, la ratio CET1, que mide el capital de máxima calidad sobre los activos ponderados por riesgo, aumentó en 2024 del 13,2% al 13,5%. En comparación, los bancos de Alemania, Francia, Italia o Países Bajos superan el 16%.
Eso sí, el supervisor también destaca que el aumento de los pagos a los accionistas ha contribuido a aumentar el atractivo bursátil de los bancos de cara a los inversores. El informe señala que los bancos españoles y los italianos son los que cotizan con mayor capitalización respecto a su valor en libros, mientras que los franceses y alemanes continúan por debajo. Además, la banca española lidera en términos de rentabilidad: en 2024, el ROE (retorno sobre el capital) se situó en el 14,1%, tras crecer 170 puntos básicos, el nivel más alto de la última década.
Una de las discusiones más actuales entre los reguladores y supervisores bancarios es la necesidad de revisar la férrea normativa que se impulsó a partir de la gran crisis financiera de 2007 para asegurar la estabilidad del sector bancario. A ese respecto, el director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del Banco de España, ha expresado la intención de simplificar el marco para evitar normas que se solapan o que generan costes innecesarios, pero aseguró que en ningún momento se formulará regulación más laxa en cuanto a relajación de los niveles de capital.
“En este contexto de reflexión tenemos el convencimiento de que hay elementos a repensar en Europa y globalmente que se pueden simplificar. En ningún caso debería redundar en una reducción de la regulación, sin embargo, hay elementos que se pueden mejorar y que están generando dificultad de costes y de cumplimiento elevados. Hay que preservar los niveles de resiliencia, pero que no imponga cargas innecesarias. Por tanto, se trata de racionalizar el marco”, ha valorado Pérez Cid.
Sobrevaloración de la vivienda
Por otro lado, el Banco de España constata en su informe una “sobrevaloración moderada” en el precio de la vivienda en España. Según los datos del supervisor, en el segundo semestre se firmaron 367.000 operaciones de compraventa de viviendas, un 2,3% más que en el primer semestre y un 16,6% más que en el mismo período de 2023 a pesar de que el precio ha subido un 11%.
“El precio de la vivienda ha seguido presionado al alza, en un contexto de demanda vigorosa y una oferta relativamente más rígida. Por segmentos, el precio de la vivienda nueva continuó mostrando una revalorización más intensa, con un avance del 11% interanual en el segundo semestre de 2024, su mayor alza desde 2007”, apunta el informe. “Lo que estamos observando es que los precios están algo por encima de su valor de equilibrio. Los signos de sobrevaloración son moderados”, ha añadido Pérez Cid.
El informe atribuye el dinamismo del mercado a la creación neta de 180.000 hogares y a la caída en los costes de financiación, tras los recortes de tipos del Banco Central Europeo. La oferta, en cambio, ha reaccionado lentamente. “En términos reales, el precio de la vivienda se situó a finales de 2024 un 11,5% por encima de su nivel previo a la pandemia, en valores similares a los de 2004, pero todavía un 22% por debajo del máximo histórico alcanzado antes de la crisis financiera global”, refleja el documento.
Eso sí, el Banco de España señala que los criterios de concesión de los bancos se han mantenido estrictos para evitar que los hogares asuman más deuda de la que pueden. La ratio loan-to value, que indica el porcentaje de la vivienda que financian los bancos, refleja que de media se conceden hipotecas por un 70% del valor de la vivienda y solo en el 12% de las operaciones se ha concedido más de un 80% de su valor. Se trata de niveles más contenidos que en otros países europeos.
Las estadísticas también reflejan que los niveles de endeudamiento de los hogares han caído y que también pagan menos por la deuda. Pero en lo que se refiere al esfuerzo financiero de las hipotecas, los hogares españoles pagan el 30% de los ingresos para hacer frente a la cuota. Se trata de un incremento importante en el porcentaje de ingresos que deben destinar los hipotecados a pagar la cuota, ya que entre 2018 y el 2019, la cifra rondaba el 20%.