Chiclayo (EFE).- El papa León XIV no encubrió presuntos abusos sexuales, tal y como han denunciado ciertas voces como la organización SNAP (Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes), afirmó este viernes el obispo de Chiclayo, Edinson Farfán, sucesor de Robert Prevost en esa diócesis.
«Ha salido en todos los medios tratando de desacreditar al cardenal de que no hizo nada. Eso es mentira. Él ha escuchado, ha respetado los procesos, y este proceso sigue todavía», aseguró Farfán en una rueda de prensa celebrada en Chiclayo, en el norte de Perú.
El obispo sucesor de Prevost, que ocupó este cargo desde 2015 a 2023, respondió de manera firme cuando periodistas le preguntaron sobre la denuncia de la SNAP, dedicada a recopilar casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y apoyar a las víctimas, y que señala a León XIV de encubrir casos de abuso en dicho periodo.
¿Qué dicen las denuncias sobre los casos de abusos sexuales y la reacción de León XIV?
El grupo emitió un comunicado poco después de la primera aparición pública del pontífice, en el que denunció que, primero como provincial de los agustinos y luego como obispo de Chiclayo, fue consciente de abusos y no actuó adecuadamente para enfrentarlos.
La organización señaló que tres víctimas presentaron denuncias ante las autoridades civiles en 2022, después de no ver avances en sus casos dentro de la diócesis y que Prevost permitió al sacerdote señalado seguir celebrando misa.
«Puedo decirles que el papa León XIV ha sido el más sensible en la Iglesia peruana, y lo dan los testimonios, grandes personas que han dicho en medios de comunicación que gracias a él se les ha escuchado y se ha permitido que se les haga justicia», declaró Farfán al respecto.
Remarcó que la Iglesia tiene sus tiempos y que Prevost «ha sabido llevar y ha respetado todos los procesos».
La Iglesia debe acompañar a las víctimas
Farfán relató que desde que asumió como obispo de esa diócesis, en marzo de 2024, también ha querido informarse todo lo posible de estos presuntos abusos por parte de un sacerdote y subrayó que desde la Iglesia deben saber acompañar a las víctimas para que haya un proceso de sanación.
«Están siendo muchas horas de diálogo, de escucha con prudencia, de tener la cercanía con las víctimas para mostrarles el amor de pastor, de misericordia. He escuchado su sentir, he sentido con ellas todo lo que han vivido. Les puedo decir que estamos acompañándolas», dijo.
También señaló que las víctimas «no son enemigas» de Prevost, puesto que son «chicas de parroquia» que no quieren dañar a la Iglesia y que ahora están sufriendo puesto que se ha revelado sus nombres sin su autorización.
«En el camino se pueden presentar muchísimas dificultades. Muchísimas. No tienen idea cuántas dificultades con otros intereses. Pero mi objetivo es claro: hacer justicia, ayudar a las víctimas y no dejarlas solas en el camino», expresó.