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Ucrania y Hungría agravan sus disputas con acusaciones mutuas de espionaje

Las pésimas relaciones entre Ucrania y Hungría han llegado a un nuevo mínimo este viernes con acusaciones mutuas de espionaje. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) ha informado en la mañana de que había detenido a dos ciudadanos ucranios por supuestamente formar parte de una red de espionaje militar del Gobierno húngaro. Este, por su parte, ha reaccionado expulsando del país a dos diplomáticos de la embajada ucrania en Budapest, acusándolos también de espionaje.

El Gobierno ucranio ha decidido a última hora de la tarde responder retirando las credenciales diplomáticas a dos componentes de la embajada húngara en Kiev. Estos tienen 48 horas para abandonar el país, según ha anunciado el titular de Exteriores ucranio, Andrii Sibiga. “Estamos reaccionando a la acción húngara, basándonos en el principio de reciprocidad y según los intereses nacionales”, ha comunicado Sibiga. El embajador húngaro también ha sido llamado a consultas.

El SSU ha indicado que dos militares ucranios retirados, un hombre y una mujer, recababan información en la provincia ucrania de los Transcárpatos para un oficial de inteligencia húngaro. Esta región, colindante con Hungría, es una reclamación histórica del nacionalismo magiar y donde reside la minoría húngara de Ucrania. La protección de la lengua húngara de esa comunidad, formada por unas 150.000 personas, es fuente de conflicto entre los vecinos.

La unidad de seguridad de Ucrania afirma que los dos detenidos transferían a los servicios de inteligencia militares húngaros datos sobre la presencia de las Fuerzas Armadas ucranias en Transcarpatia, incluyendo detalles sobre las baterías de defensa antiaérea de Ucrania y otras capacidades militares. Los sospechosos también elaboraban informes sobre una hipotética reacción de la población local a una intervención de paz húngara en la región y cómo puede obtenerse armamento en el mercado negro.

La policía ucrania siguió durante meses a los sospechosos, y en su comunicado público revelan que la primera reunión en Hungría de uno de los acusados con el jefe de los espías fue en 2024, y una segunda, en marzo de 2025. Uno de los detenidos había sido reclutado por Budapest en 2021, según el SSU. Ambos recibieron dinero en efectivo y equipos especiales para las comunicaciones secretas, según los servicios de inteligencia ucranios.

Kiev asegura que es la primera vez que ha identificado actividad de espionaje militar de su vecino. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es uno de los pocos líderes de la Unión Europea que defiende los intereses de Rusia en Europa y en su invasión contra Ucrania. Además, es partidario de bloquear el acceso de Ucrania a la Unión Europea.

“Propaganda”

La reacción inmediata de Budapest ha sido calificar la información ucrania de “propaganda”. Horas después, el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, ha informado en la red social X de la expulsión de dos supuestos espías ucranios “que trabajaban bajo cobertura diplomática en la embajada de Ucrania en Budapest”.

El jefe de la diplomacia húngara ha insistido en que la información sobre la red de espionaje difundida por Kiev forma parte de “una campaña de difamación”. Según su mensaje, la operación es la respuesta ucrania a que Hungría se haya negado a enviarle armas desde que Rusia, socio preferente de Budapest, iniciase su invasión a gran escala en febrero de 2022.

La acusación de Szijjártó y este último episodio de tensión llegan precisamente cuando Hungría se encuentra empapelada en la publicidad gubernamental de la última consulta nacional del Ejecutivo nacionalpopulista. En esta ocasión, Orbán busca legitimar con el apoyo ciudadano su rechazo a la adhesión de Ucrania a la UE.

El primer ministro ultraconservador ha centrado buena parte de su actividad comunicativa de los últimos días en su empeño de impedir que Kiev se una al club comunitario. Orbán, que ejerce con frecuencia su derecho de veto para bloquear o frenar la ayuda militar a su vecino del este, también ha rechazado el compromiso europeo de reforzar el apoyo a Ucrania para que llegue fuerte a las negociaciones de paz. De los 11 mensajes que el primer ministro ha publicado en X esta semana, siete iban dedicados a estos dos temas. “Ucrania recibe dinero y armas, los contribuyentes europeos pagan la factura. ¡Un escándalo!“, escribió el miércoles.

El portavoz internacional del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács, ha ido un paso más allá que el ministro de Exteriores al intentar atribuir el anuncio de Ucrania a un “ataque coordinado del partido Tisza y los servicios secretos ucranios” contra la “soberanía nacional” húngara, en un mensaje que parece más dirigido a su electorado. Tisza es la formación que lidera Péter Magyar, el principal rival de Orbán, al que ya aventaja en siete puntos en las encuestas. Este jueves, Magyar publicó una grabación de 2023 en la que el ministro de Defensa afirmaba que el tiempo de la paz quedaba atrás, con la que intentaba demostrar la hipocresía del Gobierno, que se escuda en un supuesto pacifismo para negarse a ayudar a Ucrania.