El fútbol es imprevisible, puede ocurrir de todo, aunque llegar al campo del Manchester United con tres goles en contra encajados en San Mamés no es el mejor aval para confiar en superar la eliminatoria y estar en la final de la Liga Europa. El Athletic pondrá todo de su parte en Old Trafford (21.00, Movistar), pero si ya de por sí la hazaña sería homérica, más aún si se tiene en cuenta que no jugarán los cinco futbolistas más relevantes de la plantilla. No lo hará Unai Simón, salvo sorpresa, porque el portero del torneo continental es Julen Agirrezabala; el internacional Vivian, expulsado en la ida, tampoco estará, y no han viajado a Mánchester los hermanos Williams —el mayor por una lesión muscular en la pierna derecha y el pequeño por una pubalgia—. Sancet, el jugador más determinante, acumula dos semanas de baja.
Con ese panorama, a Ernesto Valverde no le queda más remedio que componer una alineación alternativa. “Estamos pensando en los que vienen. No podemos pensar en los que no están”, dice el técnico. “El United también tendrá bajas. Lo importante es lo que estén en el campo. Es con los que tenemos que intentar dar la vuelta a la eliminatoria. No será fácil por el resultado que llevamos, pero siempre esperamos lo mejor”.
Valverde no elucubra con las ausencias, ni se ha reservado a ninguno de los tocados: “Si alguno hubiera podido estar aquí, estaría aquí, porque este partido es el más importante de la temporada ahora mismo”. Ni siquiera sabe cuándo estarán disponibles. “¿Cómo se decide? No entiendo la pregunta”, replica en la conferencia de prensa en Manchester. “Hablas con el médico, con los jugadores. No hay mucho que decidir. Los que están lesionados no pueden jugar. Me gustaría haber contado con todos porque es un partido importantísimo”.
A pesar de las ausencias y del resultado en contra del partido de ida, en Old Trafford, el Athletic estará acompañado por más de 3.000 aficionados rojiblancos que sueñan con la casi imposible remontada. También los jugadores están concienciados. “No cambiamos nuestra mentalidad, no cambiamos nuestro juego”, asegura Yeray Álvarez. “Casi siempre salimos con la misma idea de presionar. Es donde nos encontramos cómodos, donde nos da resultado. Les hacemos dudar, les hacemos estar incómodos”, e insiste: “Con un 0-3, es la situación idónea para apretarles arriba, que se vean incómodos… Lo vamos a intentar”.
El método a emplear, según el librillo de Valverde, pasa por no precipitarse. Esperar el momento. “Tenemos que tener en cuenta cómo juegan ellos. Les gusta jugar a la contra y taparse bien. Tienen jugadores arriba que nos pueden sorprender”. Todo eso, “tenemos que tenerlo en cuenta a la hora de atacar. Y luego ya veremos. No queremos recibir goles que nos puedan poner todo cuesta arriba”.
Parece que el mensaje ha calado en el vestuario, porque Yeray lo asume como propio: “Empezar precipitados, con ansia de marcar en los primeros minutos, si salimos pensando en eso el partido se complicará, estoy seguro. Hay que ir paso a paso. Los partidos duran 90 minutos. En cualquier momento puede pasar cualquier cosa”.
Incluso el entrenador del United, Rubén Amorim, alimenta esa idea de que el partido contra el Athletic puede ir hacia un lado u otro. “Si miras nuestra temporada, cualquier cosa es posible. Un gol, una roja pueden cambiar el partido. Estamos aquí para ganar, no para pensar en el resultado de la ida”, asegura, mientras profundiza en su idea: “Contra el Brentford encajamos cuatro goles y sabemos que puede pasarnos con el Athletic. Hay que sufrir si queremos llegar a la final”. A su lado, respondiendo a los periodistas, aparecía el jugador argentino, nacido en Madrid, Alejandro Garnacho, que desvelaba que había recibido un mensaje del comunicador bilbaíno Patxi Alonso. “Es amigo de la familia. He estado varias veces con él. Es aficionado del Athletic y me escribió para darme la enhorabuena por el partido y la victoria de la ida y me dijo que van a venir a remontar”. Es el sueño de los seguidores rojiblancos que ya dan ambiente en Shambles Square, la zona en la que se reúnen antes del partido. Si se cumple, será un milagro.
