Los dos sindicatos más representativos de España, CC OO y UGT, se manifiesten este jueves 1 de mayo en 80 ciudades con motivo del Día del Trabajador. El principal lema de la marcha es “proteger lo conquistado, ganar futuro”, con el que lanzan un doble mensaje: quieren que siga creciendo el salario mínimo y que la temporalidad de los contratos retroceda aún más, pero también pretenden conquistar nuevos derechos. Entre ellos destaca la reclamación al Congreso de los Diputados para que apoye la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media, así como la petición al Ejecutivo para que reforme la indemnización por despido.
La principal protesta tiene lugar en Madrid, a la que acuden los líderes de los sindicatos, Unai Sordo (CC OO) y Pepe Álvarez (UGT), así como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La concentración comienza a las 12 del mediodía y se alarga hasta las 14 de la tarde. El punto de partida de la marcha está localizado en la calle Gran Vía (esquina calle de Alcalá), y desde ahí se despliega hasta la Plaza de España (algo más de kilómetro y medio de recorrido).
Más allá de las reclamaciones concretas sobre la reducción de jornada y la reforma de la indemnización por despido, en la rueda de prensa en la que presentaron las protestas, Álvarez y Sordo subrayaron la vocación global de este Día del Trabajador. Lo plantean como un grito contra Donald Trump y los políticos (también europeos) con los que comparte espacio. “Es un Primero de Mayo especialmente importante, quizá el que más connotaciones globales tenga en más de 100 años de historia”, dijo el jefe de UGT. “Quiero pedirle a las personas trabajadoras de mi país que salgan a la calle porque la internacional del odio odia todo que queremos nosotros. Odian la igualdad, odian los derechos LGTBI+, odian a los migrantes, odian nuestros derechos sociales”, añadió Álvarez.
En la misma línea, Sordo indicó: “Estados Unidos corre hacia una autocracia. Al paso que va la burra vamos a un modelo difícilmente equiparable a una democracia liberal al uso. Esto va de un señor que ha decidido ponerse al mundo por montera y romper las reglas comerciales, como un abusón en un patio. Es una ruptura de la multilateralidad”. Advirtió de que “una parte de las derechas económicas de Europa están comprando el discurso de Trump”, una circunstancia ante la que reclama “pie en pared”.