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El beso del “señor don Carlo Ancelotti” a Arda Güler antes de las lesiones de Camavinga y Alaba

“Vaya musicón está sonando en el Coliseum”, gritaba el pinchadiscos del Getafe mientras la megafonía escupía reguetón. En el estadio azulón, los prolegómenos suenan a verbena, pero cuando toca anunciar al entrenador del Real Madrid, la cosa se pone seria: “El señor don Carlo Ancelotti”. Carletto se marchó aliviado con el 0-1 tras una “primera parte muy buena y una segunda más sufrida” por la falta de control, pero con el lamento de las muy probables bajas para la final de Copa de David Alaba, que se retiró al descanso con problemas en la pierna izquierda (la misma de la rotura de cruzado en diciembre de 2023), y de Camavinga, que no pudo terminar el choque debido a molestias en el abductor izquierdo que dejaron al equipo con 10 por haber agotado las ventanas de cambio. “Veo difícil su recuperación para el sábado”, asumió el técnico italiano. En La Cartuja, todo apunta a que el lateral izquierdo será Fran García porque Ferland Mendy también sigue lesionado. Enfrente, Lamine Yamal.

Dos accidentes en una noche en la que, pese a tener el agua al cuello en la Liga, Carletto trató de guardar la ropa para la cita en Sevilla. Dejó en la sala de espera a Rüdiger, Ceballos, Bellingham y Rodrygo, y dio paso a los meritorios Endrick, Güler y Brahim, acompañados por Vinicius. En casa, apurando la recuperación, se quedó Kylian Mbappé.

Con el susto en el cuerpo y la enfermería engordando, todo se resolvió con las paradas de Courtois y el pie de Güler. Durante la primera hora de fútbol lexatín, el único que combatió el tedio fue el turco: por el 0-1 definitivo desde fuera del área (su cuarto gol del curso) y por su función como organizador. “Lo hizo muy bien, con ideas, mucha tranquilidad, a su manera”, valoró Ancelotti.

En una temporada en la que el Madrid ha padecido casi a diario a la hora de crear, esta ha sido una opción muy poco explorada. A principios de curso, el técnico italiano habló de que el otomano podía ejercer de interior, pero apenas se le ha visto en esa tarea. Durante meses, las únicas noticias sobre Güler han sido los recados de Carletto en sala de prensa al joven y su entorno advirtiéndoles de que debían tener paciencia y esperar su momento. En Getafe, y con la Copa a la vuelta de la esquina, le tocó la vez junto a los guardaespaldas Tchouameni y Valverde, y Güler organizó sin agobios el ritmo del equipo hasta el descanso. Ancelotti premió su tanto con un abrazo y un beso. “He jugado en una posición en la que me siento muy cómodo, así que me estoy aún más feliz”, expresó el turco.

Si no se le ha visto más en esa posición este curso, explicó el preparador, es porque el esquema de 4-4-2 no le beneficia. “En este sistema, no puede jugar como doble pivote, solo como extremo derecho. Con un 4-3-3 como hoy, puede hacerlo muy bien como interior. Trabaja mucho, aunque le falta un poco de contundencia en los duelos. Pero tiene mucha calidad para manejar el fútbol, no solo por el gol que ha marcado. Creo que su futuro va a ser más ahí que más adelante. Y pensarlo como pivote podría ser una locura a día de hoy, pero en el futuro lo podemos meter en esta posición en un 4-3-3”, desarrolló el entrenador del Real Madrid. Tras el descanso, con Camavinga al lado y menos posesión de los blancos, su influencia se diluyó y fue relevado en el 77 por Ceballos, que fue tratado de la pierna izquierda antes de salir.

Aviso a Endrick: “En el fútbol no existe el club de teatro”

Los últimos ocho triunfos del Madrid han sido por la mínima y los últimos tres en Liga, por 0-1 o 1-0. “Hemos buscado más solidez atrás, pero nos falta efectividad enfrente”, reclamó Carletto. Endrick, uno de los jóvenes que tuvo pista, dispuso de dos oportunidades. “En la primera, mejor no lo podía hacer. La segunda podía ser fuera de juego, pero, efectivamente, no puede hacer estas cosas [una vaselina fallida]. Es joven, tiene que aprender. Tiene que tirar lo más fuerte posible, no hacer club de teatro. Eso en el fútbol no existe”, cerró Ancelotti antes de afrontar el examen final de la Copa.