Argumenta que las últimas infraestructuras civiles ucranianas atacadas por Rusia estaban siendo empleadas con fines militares
MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha subrayado este lunes su postura a favor de trabajar para «cualquier iniciativa de paz» en Ucrania, si bien ha confirmado también el fin de la tregua de Pascua, un alto el fuego unilateral anunciado por Moscú este fin de semana con motivo de las conmemoraciones religiosas y para calibrar la «sinceridad» del Gobierno de Kiev de cara a unas posibles negociaciones.
Según Putin, la reacción inicial del Gobierno de Ucrania a la propuesta de tregua por la Pascua evidenció que Kiev no estaba por la labor de aceptar la iniciativa, si bien más tarde hubo un cambio en el discurso después de que «alguien más astuto» que las autoridades ucranianas, «probablemente los comisarios extranjeros», sugirieron que «rechazar tales iniciativas es una postura perdedora» para Ucrania y «rápidamente» lo aceptaron.
El presidente ruso se ha pronunciado en estos términos ante la prensa local y ha destacado que durante la tregua se ha registrado una disminución de la actividad militar ucraniana, aunque pese a todo Moscú ha contabilizado hasta 5.000 disparos de las defensas de Ucrania, en su inmensa mayoría intentos de derribo de vehículos aéreos no tripulados, según recoge TASS.
«En general hubo una disminución de la actividad. Nos alegramos por ello y estamos dispuestos a mirar al futuro», ha aseverado el dirigente ruso, que también se ha pronunciado sobre el cese de los ataques a la infraestructura civil, apostillando que es un asunto complejo debido a la doble actividad de algunas instalaciones.
De hecho, Putin ha puesto el ejemplo de la Universidad de Sumi, unas instalaciones de carácter «civil» pero en las que, según él, «se celebró una ceremonia de condecoraciones para quienes cometieron crímenes en la región de Kursk, tanto para unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania como para nacionalistas».
«Estas son las personas que consideramos criminales que deberían recibir la respuesta que merecen por lo que hicieron en la región fronteriza, incluyendo Kursk», ha señalado un Putin que ha señalado que el ataque ruso sobre estas instalaciones sirvieron para «castigar» precisamente a los responsables de presuntos crímenes en Kursk, región ubicada en el extremo occidental de Rusia y escenario de una incursión terrestre ucraniana desde agosto del año pasado.
Junto al ejemplo de la Universidad de Sumi, Putin ha justificado recientes ataques contra una infraestructura agrícola en Odesa que albergaba una presunta planta de producción de misiles o un ataque contra un restaurante en el que se encuentran militares o «personas que merecen un castigo por sus delitos». «Se trata de infraestructuras civiles pero que se usan con fines militares», ha argumentado.