“Queremos decirle al Gobierno que tiene que tramitar esto. Que se haya quitado el foco público de la reducción de jornada no es óbice para que no seamos exigentes. Hay que correr”, ha dicho este lunes Unai Sordo en la sede del sindicato que dirige, CC OO. A su lado estaba el secretario general de UGT, Pepe Álvarez: “Hay que dar paso al proceso legislativo. No tiene sentido que continúe paralizada. Tiene que avanzar, no estamos en momento de esperar”. Con esta contundencia se han expresado los jefes sindicales sobre la situación del principal proyecto laboral del Gobierno en esta la legislatura, la prometida reducción de jornada a 37 horas y media, en la presentación de las manifestaciones por el Primero de Mayo. Como han explicado los jefes sindicales, habrá marchas en 50 ciudades, muy marcadas por el rechazo de los representantes de los trabajadores a las políticas de Donald Trump. “Es un Primero de Mayo especialmente importante, quizá el que más connotaciones globales tenga en más de 100 años de historia”, ha dicho Álvarez.
Yolanda Díaz, Sordo y Álvarez presentaron el acuerdo para reducir la jornada a 37 horas y media el 20 de diciembre, hace cuatro meses. Tras un tira y afloja entre Economía y Trabajo, el anteproyecto de ley se aprobó en Consejo de Ministros en primera ronda el 4 de febrero. Tras el dictamen del Consejo Económico y Social, debe volver al gabinete antes de someterse al examen del Congreso de los Diputados, donde no tiene garantizada la mayoría. El voto clave es el de Junts, que en una comisión reciente en el Parlamento dijo a Díaz: “Nosotros tampoco [como la patronal] avalamos ahora mismo este proyecto de ley”.
A la pregunta sobre estas palabras de los jefes sindicales, la cocoordinadora de Sumar Lara Hernández ha dicho este lunes: “Seguimos trabajando en esta materia, es una medida que entendemos fundamental. Vamos a sacarla adelante. Trabajamos con intensidad”. Asimismo, ha reivindicado la discreción como “uno de los ingredientes que son condición de posibilidad del éxito en cualquier negociación política”.
El jefe de CC OO ha especificado que la reducción de jornada no lidera la pancarta del Primero de Mayo porque “el mundo está patas arriba”, pero ha insistido en que van a ser “contundentes” en la reivindicación del acuerdo al que llegaron con el Gobierno. “Hay que hacerlo en tiempo”, ha insistido Sordo, advirtiendo de un problema derivado en la demora: “Que no se aclare cómo va a concluir la reducción de jornada empieza a ser un problema en la negociación colectiva. La otra parte es reticente a negociar salarios hasta que no se aclare el panorama”. Ha dicho que recuperarán el proceso de movilización que iniciaron en Barcelona cuando arranque el trámite parlamentario. “No contemplamos que no entre en vigor este año. Se tiene que activar cuanto antes, no vale meter la cabeza en el suelo como los avestruces. Hay que enfrentarse a las enmiendas”, ha agregado Sordo.
En la misma línea, Álvarez ha dicho que “no hay lugar para esperar”. Ha subrayado la importancia del inicio del trámite parlamentario, que ahí se atisbará el posible respaldo a la norma: “Veremos cuántos grupos parlamentarios lo impiden. Irán en contra del anhelo de dos tercios de la población española”. El jefe de UGT ha reclamado que se apruebe de forma “inminente” para cumplir los plazos prometidos, es decir, que las 37 horas y media entren en vigor en 2025 [el Gobierno ya incumplió el paso intermedio, las 38 horas y media en 2024].
Tanto él como Sordo han insistido en que el Gobierno “debe” reformar la indemnización despido tras los dictámenes de Estrasburgo, que indican que el sistema tasado español no cumple la Carta Social Europea. “El escenario de inseguridad jurídica sobre el despido está cantado. La patronal sabrá si prefiere una mesa de diálogo social o dejar que sea una dispersión de sentencias”, ha dicho el secretario general de CC OO. “El Gobierno tiene la obligación de legislar de acuerdo con el derecho europeo”, ha agregado el líder de UGT.
Ambos también han denunciado el aumento de la siniestralidad laboral, con un 10% más de fallecimientos en 2024 hasta los 796 decesos, y han reclamado una mejora de la prevención en riesgos laborales, que se está negociando con el Gobierno.
Protesta contra “la internacional del odio”
Sordo y Álvarez han dedicado buena parte de su rueda de prensa a subrayar la vocación global de este Primero de Mayo, ante las políticas impulsadas por el presidente de Estados Unidos. “Este Primero de Mayo quiero pedirle a las personas trabajadoras de mi país que salgan a la calle porque la internacional del odio odia todo que queremos nosotros. Odian la igualdad, odian los derechos LGTBI+, odian a los migrantes, odian nuestros derechos sociales”, ha protestado el secretario general de UGT, esperanzado de que estas marchas “profundamente ideológicas” sean “un antes y un después en el resurgimiento del movimiento sindical, para decir que estamos aquí y que no vamos a perder nada de lo conseguido”.
Es un tono parecido al que ha empleado Sordo: “Estados Unidos corre hacia una autocracia. Al paso que va la burra vamos a un modelo difícilmente equiparable a una democracia liberal al uso. Esto va de un señor que ha decidido ponerse al mundo por montera y romper las reglas comerciales, como un abusón en un patio. Es una ruptura de la multilateralidad”. Ha advertido de que “una parte de las derechas económicas de Europa están comprando el discurso de Trump”, una circunstancia ante la que reclama “pie en pared”. “España no le debe nada a Estados Unidos. Esta guerra comercial no tiene justificación y busca deteriorar nuestra economía y nuestro modelo productivo”, ha agregado, antes de reclamar “reforzar” la relación con otras partes del mundo, como América Latina o China. “Nadie nos puede vetar con quién nos relacionamos”. Álvarez ha pedido que esa mirada a otros mercados se dé “sin titubeos”.