Elche (Alicante) (EFE).- Cerca de 70.000 personas, según datos de la Policía Local, han participado este Domingo de Ramos en Elche (Alicante) en la tradicional procesión de Jesús Triunfante, conocida popularmente como el ‘Pas de la Burreta’.

Se trata de acto singular en el mundo, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, en el que la palma blanca en todas sus formas: lisa, rizada, de solapa o artística, ha sido la protagonista indiscutible.

Como parte de la celebración del Año Jubilar, este año el Domingo de Ramos ha tenido un estreno especial: la inauguración de una escultura homenaje a esta tradición ilicitana, situada junto a la Oficina de Turismo, entre la entrada del Parque Municipal y el Paseo de la Estación, y que representa a dos niños pequeños portando cada uno una palma blanca.
La obra, encargada por la empresa pública municipal Pimesa al escultor Juan José Quirós, autor también de las conocidas ‘Tres Marías’ de la Plaza de Santa Isabel, fue descubierta momentos antes del inicio de la procesión.
La comitiva ha contado con la presencia de todo el equipo de gobierno local, además de autoridades como la consellera de Industria y Turismo, Marian Cano, quien ha valorado la proyección internacional de esta tradición.
«Es un día muy especial, que sitúa a Elche en el mapa mundial, donde podemos disfrutar del trabajo de los artesanos y ver el arraigo tan profundo de estas costumbres», han declarado.
El alcalde, Pablo Ruz, ha agradecido la implicación de la ciudadanía y de los creadores de las palmas: «Queremos dar las gracias al pueblo de Elche por su participación y a los artesanos que mantienen viva esta seña de identidad», ha dicho.
También han procesionado por las calles las obras ganadoras del 64º Concurso de Artesanía de la Palma Blanca, que se falló el sábado en el Centro de Congresos.
Estas piezas únicas, elaboradas con esmero por manos ilicitanas, muestran la dimensión artística y cultural de una tradición que se transmite de generación en generación.
Durante los días previos a este Domingo de Ramos, la ciudad se ha llenado de puestos de venta de palma blanca, especialmente en la plaza de Baix y otros puntos de barrios y pedanías.
Como marca la costumbre, abuelos y padrinos han sido los encargados de comprar la palma a los más pequeños, quienes la portan en procesión antes de colocarla en los balcones de las casas como símbolo de protección durante todo el año.
La tradición ilicitana también ha traspasado fronteras con el envío de palmas rizadas al papa Francisco, a la reina Letizia, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a distintas autoridades religiosas, como el obispo ilicitano Francisco Conesa.
Además, se han enviado palmas lisas al Rey Felipe VI, la reina Sofía y el alcalde de Jaca, ciudad hermanada con Elche.