Bamako (EFE).- La Confederación de Estados del Sahel (AES), integrada por Mali, Burkina Faso y Níger, anunció este domingo la llamada a consultas de sus embajadores en Argelia tras acusarla de haber destruido un dron militar maliense en el norte del país.
El incidente ocurrió durante la noche del 31 de marzo al 1 de abril en Tin Zaouatène, en la región de Kidal, cuando un dron perteneciente a las Fuerzas Armadas de Mali fue derribado, según explicó la alianza en un comunicado.
Condena de la Confederación
Los jefes de Estado de la AES calificaron el hecho como «una agresión contra todos los Estados miembros», «hostil» y perjudicial para la lucha regional contra el terrorismo, añade la nota.
«La Confederación condena con la mayor firmeza este acto irresponsable del régimen argelino, contrario al derecho internacional y a los vínculos históricos entre nuestros pueblos y el pueblo argelino», indica la nota, firmada por el presidente de la transición maliense, Assimi Goita, en calidad de presidente de la AES.
El bloque exigió además a Argel que adopte una «postura constructiva» y contribuya de manera efectiva a la paz y la seguridad en la región del Sahel, afectada por la violencia de grupos extremistas.
Reacción del Gobierno de Mali
Por otra parte, el Gobierno maliense, que sostiene que el derribo del dron tuvo lugar a unos diez kilómetros dentro de su territorio y lejos del espacio aéreo argelino, anunció en un comunicado su retirada inmediata de la Comisión Militar Conjunta ‘CEMOC’, un organismo regional encargado de coordinar la cooperación en materia de seguridad entre Argelia, Mali, Mauritania y Níger.
Además, las autoridades malienses informaron que prevén llevar el caso ante instancias internacionales, con la intención de presentar una denuncia formal contra Argelia por lo que califican como «actos de agresión».
El pasado martes, el Ministerio de Defensa de Argelia informó haber derribado un dron cerca de la parte argelina de la zona de Tin Zaouatène, en la frontera con Mali, e indicó que la aeronave había penetrado dos kilómetros en su espacio aéreo.
Ese mismo día, el Ejército maliense informó del estallido del dron y que el aparato cayó en una zona no habitada en territorio maliense y no causó «ningún daño a las personas ni a los bienes», y subrayó que los dispositivos de protocolos de seguridad «impidieron la explosión del armamento que estaba a bordo».
