Carlos Crespo, consejero delegado de Multiópticas, con 550 tiendas en España, nació en Madrid hace 49 años. Desde el principio de la conversación deja claro su aprecio por la gastronomía. Su familia procede de Salamanca, de un pueblo próximo a Guijuelo, una tierra de jamón: “La mejor comida nacional, a la que le sumas una buena copa de vino y estás en la gloria”.
Pregunta. ¿Cuántas gafas tiene?
Respuesta. Pues no sabría decir. Más de 10. Uso gafas graduadas desde los seis años e intento combinarlas con la ropa.
P. ¿Cuántas horas trabaja?
R. Es difícilmente determinable. Me saldrían muchas, pero realmente es con ganas, con ilusión. No tengo un horario fijo, trabajo en base a demanda y me gusta echar horas. Puedo trabajar por la mañana, por la tarde, por la noche. Me vuelco en el trabajo.
P. ¿Maneja usted su agenda o ella le maneja a usted?
R. Por quedar bien le diría que yo manejo la agenda, pero es incierto. Al final, la agenda acaba marcando el día a día de cualquier persona. No he sido capaz en mi vida profesional de controlar al 100% mi agenda.
P. ¿Por qué ocurre esto?
R. Nuestras expectativas al iniciar el día son superiores a la realidad. Es un mal que nos acecha a todos. Nos gusta vivir demasiado rápido y no damos tiempo a la calma debido a la inmediatez del mundo digital y las pantallas. En Asia y en América Latina van a otro ritmo. Yo intento darme momentos de reflexión en el trabajo a última hora del día.
P. ¿Sabe desconectar, lo hace?
R. No es fácil. Intento buscar mi hueco. Cada día busco un espacio donde pueda dedicarme a mis hobbies y mi charla con mi familia, pero no me resulta sencillo. La rutina de los fines de semana es la que me ayuda a desconectar.
P. ¿Tiene estrés?
R. Sí, lo tengo. Es parte del trabajo. Hay picos que generan bastante estrés. Lo intento combatir con paseos y con música, que me gusta mucho.
P. ¿Qué tipo de música prefiere?
R. Me gusta sobre todo el rock, el heavy. Queen y ACDC están entre mis preferidos. Me ayudan a desconectar. Pero soy un amante de la música, ya sea flamenco, pop o clásica. Y de la música en directo.
P. ¿Cuáles son sus aficiones además de la música?
R. En cuanto puedo busco una excusa para tener una buena mesa y un buen mantel. Para tener un buen vino y una buena conversación. Esto es lo que me apasiona. La gastronomía es lo que más disfruto, aunque me pasa factura en otros aspectos. Los fines de semana intento organizar planes, bien sea en casa o fuera para buscar ese momento de relax. Es cuando mejor me evado.
P. ¿Cocina?
R. Me gusta más disfrutar de la comida. No soy muy habilidoso para la cocina. Salvo que haya de por medio un poco de carbón, que ahí sí me defiendo muy bien.
P. ¿Cuál es su cocina favorita?
R. Soy amante de la buena carne y los platos de cuchara: un buen cocido, unas buenas fabes, un chuletón…, son cosas que me gustan mucho y tengo la ventaja de compartir esos gustos con mi mujer y mi hijo.
P. ¿Qué restaurante recomendaría?
R. Como buen amante de la carne, me gusta mucho el restaurante Charrúa. Y en la zona por donde yo vivo está El brasero de don Pedro. Soy un habitual los fines de semana.
P. Y el vino, ¿mejor blanco o tinto? ¿Cuál nos aconseja?
R. Soy más de tinto. Y hay un vino al que te tengo mucho cariño porque me casé con él. En el año 2000 no era muy conocido, pero hoy ha adquirido mucha fama, y tuve la suerte de acudir a la bodega y comprarlo directamente allí, una partida grande para mi boda, pues quería darme un capricho. Es Pago de Carraovejas, que lo probé por primera vez acompañado de una pizza.
P. ¿Qué hace los fines de semana? Porque no se puede pasar todo el día comiendo.
R. No crea, casi… No, es broma. Tengo un hijo de 16 años que es apasionado del baloncesto, a mí también me gusta, y juega en tres equipos, lo cual me hace tener una agenda que prácticamente está planificada alrededor de él. Le tengo que llevar a jugar mucho por diferentes lugares de la Comunidad de Madrid y ya aprovecho ese sitio y o bien comemos antes o bien después. También me gusta mucho pasear, doy largos paseos, y conversar con amigos, aprovechar esos momentos para salir porque si estoy en casa, al final, acabo abriendo el ordenador y acabo trabajando.
P. ¿Hace deporte?
R. No, ahora no lo practico. Tengo una lesión de rodilla y ahora me toca dar paseos con pipas. Antes corría, me gustaba mucho. Es la forma fácil de hacer deporte. Ahora juego a veces al pádel con amigos y todos los días doy un paseo para desconectar y entrar más limpio al entorno familiar.
P. ¿Le gusta leer, viajar…?
R. Me gustan ambas. Aprovecho para leer más en verano que en invierno, eso es cierto. Tengo más tiempo. Sobre todo me gustan las biografías o historias reales. Estoy leyendo un libro que me regalaron: Nunca te pares, de la historia de un directivo de Nike. Y viajar me encanta. Soy bastante disfrutón, sobre todo de la costa española. Muy apasionado de Cádiz, donde voy en cuanto puedo porque es otro de los lugares que me relaja mucho. Dar un paseo al lado de la playa con baja mar, escuchar el sonido del mar… Tengo allí mi pequeño rinconcito en Chiclana, en la playa de la Barrosa, y en cuanto puedo me escapo a pasar el fin de semana o unos días, el tiempo que me permita el trabajo. Me relaja muchísimo. Y en verano soy un fijo de la zona. Sería mi lugar perfecto para jubilarme: Chiclana. A ver si lo consigo. Es uno de los retos que tengo.
P. ¿Cuándo pretende jubilarse?
R. Ufff. Me acuerdo de joven decía que por los 45. A los 45 dije con 50 y ahora a los 50 lo sigo aplazando otros cinco años. No lo sé, la verdad, no tengo un horizonte, una fecha marcada en el calendario, porque sigo disfrutando de lo que hago. Tengo un proyectazo por delante: la transformación de Multiópticas y no me veo fuera de aquí los próximos 5 o 10 años. Pero llegará el momento.
P. ¿Qué va a hacer cuando se jubile?
R. No tengo un proyecto claro, lo que sí sé es que, después de esta actividad del día a día a la que estamos sometidos todos, no me veo parado, necesitaré buscar algún tipo de hobbie o actividad que me mantenga entretenido, pero con relax. Intentaré buscarme algo trabajando pocas horas y de buena calidad, si es que existe eso. Me gustaría tener algún tipo de relación con el mercado laboral porque no me veo quietecito dando paseos. Pero no tengo nada en el horizonte, no me ha dado tiempo a pensarlo.
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