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El Ejército de Sudán afirma haber acabado con el «último reducto» paramilitar en Jartum

Jartum (EFE).- El Ejército de Sudán anunció este jueves que logró acabar con el «último reducto» de los combatientes del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que quedaba en la capital, Jartum, que ayer fue declarada «libre» de insurgentes tras casi dos años bajo su control.

«Nuestras fuerzas, por la Gracia de Alá, lograron limpiar por la fuerza y con habilidad el último reducto de los remanentes de la milicia terrorista de (Mohamed Hamdan) Dagalo en la localidad de Jartum«, informaron las Fuerzas Armadas en un breve comunicado.

En la nota, el Ejército también acusó a los paramilitares de mentir y negó que la retirada de los insurgentes de las localidades liberadas por las tropas regulares fuera parte de un acuerdo con el Gobierno, bajo control militar.

«Esto se revela en su vergonzosa huida de nuestras fuerzas victoriosas, dejando atrás a sus muertos y equipos en el campo de batalla en diferentes áreas», agregó.

Después de que el líder militar de Sudán, Abdelfatah al Burhan, proclamara ayer la victoria en la capital tras casi dos años de guerra, los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) llamaron este jueves «reposición estratégica» y no una derrota a la pérdida de Jartum.

Fotografía de archivo de una mujer caminando junto a un vehículo de las Fuerzas de Apoyo Rápido en una intersección que lleva al cuartel general de las Fuerzas Armadas en Jartum (Sudán). EFE/ Marwan Ali

El impacto devastador de la guerra en Sudán

Con la operación de las Fuerzas Armadas sudanesas, que buscan afianzar su dominio sobre la capital, el control de las FAR sobre Sudán se reduce a la región occidental de Darfur, salvo la capital de Darfur Norte (Al Fasher), que se encuentra bajo un asedio que causa muertes civiles cada semana.

También controlan algunas zonas de la región de Kordofán, que linda con Sudán del Sur, donde también existe una línea de frente del Ejército para intentar recuperar esa zona.

La guerra en Sudán comenzó el 15 de abril de 2023 tras el fracaso de las negociaciones entre las FAR y el Ejército para incluir a los paramilitares en la institución castrense.

El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y ha desplazado a más de doce millones de personas, entre ellos más de 3,7 millones han huido hacia países vecinos, de los cuales 1,5 millones han huido al vecino Egipto, según cifras de la ONU.