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Masorange alerta de que Amazon y SpaceX pueden arrebatarle negocio a las operadoras de telecos

Masorange alerta del riesgo que puede tener para el negocio del sector de las telecomunicaciones en España la competencia futura procedente de la nueva generación de satélites, liderada por los grandes magnates de Estados Unidos, Elon Musk y Jeff Bezos. Concretamente, la compañía con más clientes de telefonía e internet en España (casi 40 millones de líneas de banda ancha y móvil) señala en documentación remitida a sus inversores que “existe el riesgo de que las nuevas tecnologías mermen la demanda de los servicios”.

“Los nuevos servicios de internet inalámbrico que están desarrollando Amazon, SpaceX u otros proveedores podrían reducir la demanda de banda ancha fija y telefonía en el futuro”, añade la compañía participada por el Estado francés y varios de los principales fondos de capital riesgo del mundo como KKR, Cinven o Providence.

“Es posible que nuevos proveedores de servicios de datos y telefonía móvil entren en el mercado y se beneficien de tecnologías más eficaces o de menor coste que les otorguen una ventaja competitiva en estos mercados”, explica esta empresa, cuyos auditores obligan a reflejar los principales riesgos a los que está sometida la firma en la documentación que envía a los inversores de deuda de la empresa.

Aunque por ahora se trata de una competencia remota, Masorange ha querido dejar patente en documentación oficial el potencial riesgo para los servicios del sector de las telecomunicaciones que ejercen las empresas de satélites en manos de los dos mayores fortunas del mundo, Elon Musk y Jeff Bezos.

En primer lugar, cita a Amazon, que está desarrollando Project Kuiper. Según la empresa estadounidense, esta es “la iniciativa de Amazon para proporcionar internet rápido y asequible a comunidades de todo el mundo que actualmente no cuentan con servicios tradicionales de Internet y comunicaciones. Para lograr este objetivo, Amazon desplegará miles de satélites de órbita terrestre baja (LEO por sus siglas en inglés) conectados a una red global de antenas, fibra y puntos de conexión a Internet en tierra”.

En segundo lugar, la operadora dirigida por Meinrad Spenger menciona a SpaceX, que cuenta con Starlink, operadora que pretende poner en órbita cerca de 35.000 satélites. Da servicio en más de 100 países, incluido España, donde ya ofrece a los consumidores internet ilimitado para el hogar desde 29 euros. Este gestor de satélites en manos del magnate con más influencia sobre el presidente de EE UU, Donald Trump, ofreció sus servicios en Valencia para suplir el apagón de comunicaciones que se produjo durante el desastre de la dana, al inundarse todas las redes de fibra que operan habitualmente.

No es de extrañar que en este contexto el sector de las telecomunicaciones empiece a mostrar preocupación por la incipiente competencia de estas empresas, cuyo poder va más allá de lo empresarial y abarca connotaciones geopolíticas de primer orden. No en vano, el Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha congelado las negociaciones con la firma de Elon Musk para proporcionar una red segura de comunicaciones sensibles en terreno transalpino.

Este mensaje de alerta llega en un momento en que todas las operadoras de telecomunicaciones en España están tratando de hacer caja con sus redes de fibra. La propia Masorange ha establecido una joint venture con Vodafone para vender a un socio financiero un 40% de su red de fibra, una operación que se valora en cerca de 4.000 millones de euros.

También Vodafone pretende colocar a un inversor casi toda su participación en otra alianza de fibra con Telefónica, donde las primeras respuestas del mercado no están generando excesivo interés. También Digi, Avatel, Finetwork o Adamo han estado involucrados en transacciones de fibra en los últimos años.

Tanto Musk como Bezos han acumulado gigantescas fortunas con sus negocios de coches eléctricos (Tesla) y paquetería online (Amazon) y se han diversificado hacia sectores con alta influencia geopolítica, como los satélites o los medios de comunicación más novedosos (Musk compró Twitter, rebautizada como X), como los más tradicionales (Bezos adquirió The Washington Post).

La amenaza creciente para el sector de las telecomunicaciones no pasa desapercibida para otras grandes compañías españolas del sector más allá de Masorange, que acaba de iniciar las actualizaciones de sus equipos para dar un 40% más de velocidad a sus clientes. El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, está promoviendo las grandes fusiones transeuropeas para competir de tú a tú con los gigantes norteamericanos y chinos. Este fue uno de los temas que más debate ocupó en el último Mobile World Congress, el mayor evento del sector en el mundo que se celebra en Barcelona.

El servicio de internet vía satélite es algo que ya están probando otros operadores tradicionales como Hispasat, recientemente adquirida por Indra. El mercado está premiando este sector en plena tensión geopolítica dentro del seno de la OTAN, donde Bruselas quiere ganar autonomía estratégica frente a EE UU. Indra ha subido en bolsa casi un 70% desde que adquirió el gestor de satélites antes en manos de Redeia. También Eutelsat, la empresa de satélites de Francia, ha experimentando una fuerte revalorización al especularse con que puede sustituir el papel que Starlink está haciendo actualmente en Ucrania, país en guerra por la invasión de Rusia.