Hacía más de seis años que Julio Medem no presentaba una película. Desde ‘El árbol de la sangre’ (2018), un film complejo que le costó sacar adelante y le dejó agotado. Para este regreso, aunque rodó otro entre medias que todavía está por estrenar, ha optado también por el camino menos fácil. Pero ni ‘La ardilla roja’ (1993), ni ‘Tierra’ (1996) ni el documental ‘La pelota vasca’ (2003) o ‘Caótica Ana’ (2007) eran películas sencillas. ‘8’ recorre la vida de dos personajes, interpretados por Ana Rujas y Javier Rey, a lo largo de los 90 años de su vida. La historia está dividida en ocho capítulos, cada uno de ellos rodado en plano secuencia. «El rodaje en continuidad está muy conectado con el tiempo real, aunque dentro de la película se crea también un tiempo propio, una elipsis sostenida. En ocasiones hasta de varios años entre un capítulo y otro. De alguna manera, yo me asomo en momentos de su vida y doy la información para entender qué ha pasado con ellos.»
Las dos Españas
La película tiene un importante componente político haciendo transitar a sus protagonistas por una guerra y una posguerra que deja fusilados en ambas familias. «Cada uno forma parte de una de las dos Españas, quería hablar de nuestro cainismo. Aunque no continúo hasta el punto donde estamos ahora en España, que es un enfrentamiento político muy feo, de una polaridad como de preguerra, aunque no llegue a ser física», cuenta el director.
Entre los años 1931 y 2021 Adela y Octavio, que nacieron la misma noche prácticamente en el mismo pueblo, se separan y se encuentran gracias a numerosos golpes de azar. Esas casualidades casi mágicas han salpicado todo el cine de Medem, aunque la estructura de ‘8’ remite especialmente a ‘Los amantes del círculo polar’ (1998). «No pensé en ello mientras escribía y solo he sido consciente de la conexión a posteriori. Lo cierto es que siempre intento alejarme de lo que he hecho, no veo ninguna de mis películas. Me vacío en cada una de ellas, siento que todo lo que era en ese momento se quedó ahí. La primera vez me pasó en ‘Vacas’ (1993), sentí que nunca volvería a ser el mismo que antes de hacer esa película. También me pasó con ‘Lucía y el sexo’ y ‘La pelota vasca’, esta por otras razones», confiesa.
El misterio del ‘ocho’
Todo el cine de este autor está impregnado de una simbología casi mística, pero él prefiere hablar de ella lo justo, para dejar al espectador la libertad de trazar sus conexiones. Aun así, da pistas sobre el número del título cuyo trazo es la plasmación gráfica de dos trayectorias vitales, que en un punto se cruzan. «Hay personas que nacen con sus destinos unidos, unas veces de forma visible y otras invisible para ellos, pero es así», explica. Ocho es también un infinito que se encadena en cada uno de los capítulos aportando una cadencia especial a la trama. «Para mí es una película de personajes, lo más importante es la profundidad emocional. En cada capítulo se va sumando y la narración adquiere intensidad porque se va acumulando la de los episodios anteriores. Sé que he hecho algo que, teniendo una propuesta de lenguaje muy osada, puede llegar mucho al público a través de la emoción. Yo tengo mucho de él, y me reconozco también en muchas cosas de ella.»
El testigo de Carlos Saura
Medem descubrió a Ana Rujas viendo ‘La Mesías’ y reescribió el guion que ya tenía pensando en ella. A lo largo de la película asume un dificilísimo trabajo de caracterización hasta convertirse en una anciana. «Este rodaje se ha hecho en cuatro semanas y cada día era consciente de que lo que estaba rodando se iba a montar. Cuando rodé el último plano, el capítulo 6, me puse a llorar. Pensé: ‘La tengo enterita’.»
Para alcanzar esa eficacia es necesario el oficio que dan 30 años de carrera. «En los años 90 hice películas estupendas, pero esta no la habría podido hacer. Tal vez el Julio Medem que hizo ‘Ma ma’ (2015) se parezca ya más a este», admite. Antes de ‘8’ había rodado ‘Minotauro, Picasso y las mujeres del Guernica’, proyecto que iba a rodar Carlos Saura. «Sé por su familia que él se alegró de que fuera yo». Con un guion nuevo y protagonizada por Catalina Sopelana y Pablo Derqui, espera su estreno para el año que viene.
Laura es crítica de cine y periodista cultural. La primera vez que fue al cine vio ‘E.T. el extraterrestre’, y eso no se olvida nunca. Ha escrito sobre teatro, música, arte, fotografía, arquitectura y gastronomía en ‘Elle’ y ‘Harper’s Bazaar’. En ‘Fotogramas’ se especializa en lo que podríamos llamar ‘cine de autor’, aunque toca todos los palos.
Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y se especializó en el conflicto en Irlanda del Norte en la Queen University of Belfast. Lo que le llevó a verse ‘Agenda Oculta’ (Ken Loach, 1990), ‘En el nombre del padre’ (Jim Sheridan, 1997), ‘Bloody Sunday’ (Paul Greengrass, 2002) y todas las películas que tuvieran que ver con el IRA.
Viajó a Cuba para estudiar en la EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión) de San Antonio de los Baños, donde vio mucho cine latinoamericano y bebió demasiados mojitos. También rodó un documental en la isla lleno de personajes maravillosos. Uno de sus primeros trabajos fue en el canal de televisión ‘Cineclassics’, donde coescribió el documental ‘El cine durante la Guerra Civil Española’.
Adora ‘El imperio del sol’ (Steven Spielberg, 1987), ‘Drácula de Bram Stoker’ (Francis Ford Coppola, 1992), ‘Thelma & Louise’ (Ridley Scott, 1992) y ‘La edad de la inocencia’ (Martin Scorsese, 1993). Pero, en general, siente predilección por las películas pequeñas que cuentan historias en las que nadie se fijaría si se las cruzara por la calle. Le gusta ese cine que vive más allá de los márgenes del entretenimiento.
Ha coescrito el libro ‘Cine y Moda’ (Ed. Pigmalion Edypro) y a lo largo de su carrera ha entrevistado a intérpretes y cineastas como Helen Mirren, Al Pacino, Jessica Chastain, Isabelle Huppert, Juliette Binoche, Julianne Moore, Hirokazu Koreeda, Sam Mendes, Jonathan Glazer, Margot Robbie, Ryan Gosling, Jude Law o Hugh Jackman.