Lima (EFE).- El ministro de Transportes y Comunicaciones de Perú, Raúl Pérez Reyes, confirmó este lunes que no será posible inaugurar el nuevo aeropuerto internacional de Lima el próximo 30 de marzo, como estaba previsto, porque no se han terminado las obras y, en tal sentido, se postergó por tercera vez la apertura de sus operaciones sin una nueva fecha.
«No vamos a asumir, de forma irresponsable, inaugurar una obra que pueda poner en riesgo a las personas», dijo Pérez Reyes en rueda de prensa junto a otros funcionarios del sistema aeronaútico en el país.
Agregó que no quieren poner «una nueva fecha» porque, cuando hicieron una estimación, «esos compromisos no fueron cumplidos del todo» por la empresa operadora Lima Airport Partner (LAP).
Insistió en que el Ejecutivo peruano trabajará al lado del operador para «levantar esas observaciones en el más breve plazo» y que cuando lleguen a la conclusión de que está listo anunciarán la nueva fecha con 15 días de anticipación.
Lo que demora la apertura del nuevo aeropuerto de Lima
Pérez Reyes señaló que las pruebas integrales del nuevo terminal «han sido muy pocas» con aviones reales y que también les preocupa la planta de suministro de combustible, que posea «un sistema que no tenga falla ni fuga a futuro».
Asimismo, asegurar que el sistema de traslado de equipaje esté «calibrado y operativo», el suministro de alimentos y el proceso de ingreso y salida de las naves de la nueva rampa, temas que requieren «una mayor familiarización» que «no se ha podido en todo este tiempo».
«No son detalles menores, la seguridad es un tema fundamental», remarcó el titular de Transportes.
A su vez, el director general de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Donald Castillo, declaró que «un fallo en una operación aeroportuaria es un incidente o un accidente» que puede costar vidas humanas.
Explicó que el nuevo terminal, que se estima triplicará la capacidad del aeropuerto internacional actual, requiere de una actualización del certificado de operación, pero que «hay una serie de observaciones que debe cumplir» y que no ha culminado.
«Nos falta hacer muchas pruebas más para estar listos para una operación segura», anotó Castillo.
Aún no se puede entrar en operación
De acuerdo al representante de la DGAC, en la penúltima prueba hecha el pasado 8 de marzo, salieron una serie de observaciones que demostraron que «todavía la operación no se podía realizar de manera segura».
Precisó que el actual terminal adyacente a Lima tiene unas 35 operaciones aéreas por hora, en promedio, en posiciones contiguas, y que si se presenta una demora en tierra, por falta de pruebas y familiarización con el sistema, «el riesgo se incrementa en forma exponencial».
Castillo afirmó que Perú tiene un nuevo aeropuerto hecho de manera más eficiente, que cumple con la reglamentación, pero que requiere instrucción y familiarización en un espacio más confinado.