Las horas previas al arranque del congreso del PSPV-PSOE, del que Diana Morant debe salir reforzada como secretaria general, cumplen a rajatabla el guion previsto. Al menos, en lo que se refiere a la parte de la trama reservada a la batalla orgánica, que parece que se circunscribirá finalmente a la provincia de Valencia, tal y como han evidenciado los movimientos de los últimos días. El último no es otro que el paso a un lado del líder del PSOE en la provincia de Alicante, Alejandro Soler.
Fuentes de su entorno han confirmado que Soler renunciará la reelección en el próximo congreso provincial que se convoque, lo que convertirá a la provincia de Valencia en el escenario donde la líder de los socialistas valencianos tenga que bajar al barro. Su actual líder, Carlos Fernández Bielsa, ya ha confirmado que opta a la reelección. En contra, por tanto, del deseo de la también ministra del Gobierno de Pedro Sánchez.
Tanto Soler como Bielsa hicieron el amago de disputarle hace un año la Secretaría General a Morant, pero Ferraz acabó imponiendo la renovación del liderazgo del PSPV sin primarias. Morant, a cambio, integró a Soler y a Bielsa en su ejecutiva. Según fuentes socialistas, si la relación ha sido fluida en todo este tiempo con Soler, no así con Bielsa.
Del congreso que se celebra esta semana en Valencia debe salir, sin embargo, una nueva ejecutiva autonómica. Morant ha ofrecido a ambos seguir en ella, pero con la condición de evitar la duplicidad de cargos. En la práctica, lo que esto significa es que quien esté en la dirección autonómica no puede estar en la provincial, lo que viene a ser una invitación a la renovación del partido también en su estructura provincial.
La renuncia de Soler a optar a la reelección como secretario general provincial refuerza el relato de Morant, aunque fuentes próximas al alicantino confirman que renunciará también a formar parte de la ejecutiva autonómica para centrarse en la federal. Soler, de hecho, fue nombrado en el último congreso del PSOE como secretario de Política Municipal. Todo apunta a que su sucesor en Alicante será el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, que mantiene también una buena relación con Morant.
En la batalla orgánica quedará, por tanto, Bielsa, que ya ha dejado claro que está dispuesto a todo para pelear el liderazgo de la provincia. En este sentido, ha transmitido que piensa renunciar a su puesto en la dirección autonómica de Morant. Si Bielsa mantiene el pulso y no hay pacto con Morant, del congreso saldrá una ejecutiva en la que no esté integrado. El sábado 8 de febrero acaba el plazo para la presentación de las precandidaturas a los congresos provinciales, donde Morant se la juega realmente.
