El hasta ahora director del centro penitenciario de Zaballa Benito Aguirre ha sido ascendido a responsable de Análisis y de Inspección Penitenciaria, otro nuevo puesto creado por la consejera María Jesús San José (PSE-EE). Aguirre se ha despedido ya de su plantilla después de dos intensos meses en los que denunció ante la juez de Vigilancia Penitenciaria una presunta ‘huelga encubierta’ de más de 70 funcionarios que se encontraban de baja médica. La juez Ruth Alonso reclamó a un juzgado de instrucción de Vitoria que investigara este presunto delito y la causa fue archivada.
El director de la cárcel de Zaballa Benito Aguirre da el salto a un equipo de Instituciones Penitenciarias dentro del Gobierno vasco que la consejera San José ha creado tres años después de asumir la competencia de prisiones. Aguirre subraya en su despedida que su incorporación a este puesto de nueva creación responder al «reto» de crear esta nueva estructura que descartaron tanto Beatriz Artolazabal como Nerea Melgosa, ambas consejeras del PNV. El objetivo, según ha transmitido el nuevo responsable de Inspección, es «la construcción de una nueva Administración penitenciaria» y daría continuidad al nombramiento de Pablo Martínez como nuevo director de Servicios Penitenciarios vascos.
La estructura hilvanda por San José -que aún no ha ofrecido ningún tipo de explicación pública- descansa sobre el trío conformado por el director de Justicia Txema Bastos, Pablo Martínez y Benito Aguirre; compañeros en la antigua cárcel de Nanclares de la Oca cuando el director era Juan Antonio Pérez Zárate.
«Mi agradecimiento a todas esas personas que, aún siendo mejores que yo, precisamente porque erais mejores que yo, me habéis acompañado en todos los momentos, algunas durante décadas, sin importar que éstos fueran de alegría o fueran de llanto», señala Aguirre ante un ascenso profesional que se produce cuando se multiplican los problemas en las tres prisiones vascas.
La consejera de Justicia San José ha activado la formación exprés de 70 nuevos aspirantes a interinos para compensar la falta de personal, especialmente en los servicios de vigilancia de las tres cárceles. Además, casi 200 funcionarios han ratificado su decisión de dejar sus puestos en Euskadi para trasladarse a otras prisiones de España en el concurso de traslados que comenzará a ejecutarse la próxima primavera. El Departamento de Justicia, por último, mantiene un duro pulso con los sindicatos de trabajadores al tratar de imponer una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) no negociada con los agentes sociales. El sindicato ELA llevó a cabo el pasado miércoles un paro de tres horas en las tres prisiones y realizó una concentración frente a la cárcel de Zaballa.