Convertir la economía catalana en la primera de España, pasando por delante de Madrid, es el principal objetivo de Salvador Illa para su legislatura. El president de la Generalitat había explicado en reiteradas ocasiones este deseo, pero este viernes Illa lo ha convertido en un reto, le ha puesto el plazo de 10 años –“si puede ser en cinco”, ha dicho– y lo ha dotado de un plan concreto de 200 actuaciones y de una memoria económica.