Una película que es una de las mejores representantes de su género. Con una idea inusual, Christopher Nolan informa sobre los acontecimientos de la guerra desde diferentes perspectivas
Con un estilo narrativo muy inusual, el director Christopher Nolan describó un capítulo de la historia bélica británica en la obra maestra del cine bélico Dunkerque, una película que habla de impotencia, trauma y miedo, pero también de esperanza y que sin duda es una de las mejores de la brillante filmografía del ganador del Oscar por Oppenheimer.
Con una hora y 45 minutos de duración de absoluta intensidad y emociones a flor de piel, Dunkerque fue el trabajo anterior de Nolan antes que Oppenheimer y, con una recaudación de 530 millones de dólares, fue la película ambientada durante la Segunda Guerra Mundial con mayor recaudación hasta que fue superada por la propia Oppenheimer en 2023. Además, la cinta bélica fue objeto de grandes elogios y es considerada una de las mejores del género jamás realizadas, recibiendo 8 nominaciones al Oscar entre las que se incluía una a Mejor película. Ese año ganó La forma del agua de Guillermo del Toro, pero la película de Nolan se llevó Mejor Edición de Sonido, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Película.
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Rodeados por el ejército alemán, medio millón de soldados esperan ser rescatados en la playa francesa de Dunkerque. Hay pocas esperanzas porque los constantes ataques aéreos impiden que los militares difícilmente puedan intervenir. En el último segundo, los civiles del otro lado del Canal de la Mancha quieren organizar una acción que podría asegurar la supervivencia de cientos de miles de personas.
Debido a su inusual forma narrativa, Dunkerque no se centra en destinos individuales de los personajes, sino que informa desde diferentes perspectivas sobre las tropas terrestres, el rescate marítimo y las operaciones aéreas. Lo particular de esto es que, aunque las historias transcurren en paralelo, el tiempo durante el cual se cuentan varía enormemente. Mientras que la operación aérea dura una hora, el rescate marítimo se acompaña durante un día y el rescate terrestre durante una semana entera.
Aunque no hay un personaje principal claro, esto es suficiente para hacernos empatizar con los soldados en su desesperada situación y acercarnos al acontecimiento histórico. Acompañando a todo esto, la banda sonora del compositor Hans Zimmer, que ofrece casi una hora de la mejor música cinematográfica en una obra de 106 minutos de duración y ayuda a sostener la trama y los personajes en una película que tiene muy poco diálogo.
«Dunkerque, por mucho que le duela a los haters de Nolan, es un clásico instantáneo», aseguraba Alejandro G. Calvo en su crítica de 5 estrellas para SensaCine. «Una de las mejores películas de guerra que se han hecho nunca. Una experiencia sensorial, que conjuga imágenes y sonido, tan cerca de la exquisita rigurosidad de Stanley Kubrick como del espíritu emocionante de Steven Spielberg. […] Más que una película de guerra, Dunkerque podría ser una película sobre el propio cine y su importancia. Gracias Nolan, por todo ello».
