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El policía imputado las vigilancias «falsas» al grupo antinarco del Campo de Gibraltar defiende su trabajo ante el juez

El policía que estaba al frente de las vigilancias a los jefes del grupo antinarco del Campo de Gibraltar -asumidas después como válidas por el Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil– que sirvieron para desmontar la unidad se sentó ayer ante el juez. El magistrado le llamó en calidad de imputado por la posible existencia «de delitos de acusación o denuncia falsa y de falsedades», tal como adelantó este periódico.

En su comparecencia ante el instructor, el agente defendió su trabajo y aseguró que todos los seguimientos que se realizaron a los responsables de la unidad de élite se ajustaron a la legalidad. Indicó que quizá pudiera haber «errores de transcripción» pero que el trabajo se hizo de manera «correcta», según detallan fuentes jurídicas consultadas. Sin embargo, los responsables de Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON-Sur) alertaron en su querella de que el grupo se cerró con «vigilancias «inexistentes y maliciosas».

El informe de este agente sobre seguimientos a los jefes del grupo antinarco del Campo de Gibraltar fue asumido después por el Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil que, en base a él, atribuyó una relación corrupta entre ellos y el clan de Los Ariza después de que miembros de esta familia aseguraran que OCON-Sur les daba protección. En 2022, la investigación conjunta de Policía Nacional y Guardia Civil se puso en conocimiento de la Audiencia Nacional.

El teniente coronel David Oliva, máximo responsable de la unidad, y su número dos quedaron imputados por pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Meses después, el magistrado archivó las actuaciones. Los agentes del grupo antinarco presentaron entonces su querella y un perito acreditó errores de localización en los seguimientos, fotografías «obtenidas de Google» así como supuestos encuentros con los narcos «imposibles», como el que atribuyeron a Oliva un día en el que estaba atendiendo un alijo en otra ciudad distinta a la que marcaba la Policía. La querella habla de «montaje» para poner fin a la unidad.

Las conclusiones de Asuntos Internos posibilitaron al Ministerio del Interior desmontar el grupo contra todo pronóstico y sin explicación alguna a pesar de que se había batido todos los récords en intervenciones de alijos en los cuatro años en los que permaneció activo. La querella de los agentes del OCON insiste en que se les apartó de sus funciones con pruebas «falsas y maliciosas». A requerimiento de la Fiscalía, Asuntos Internos reconoció que presentó esas pruebas «sin contrastar».

El Organismo de Coordinación del Narcotráfico luchó contra los clanes de la droga en el Campo de Gibraltar durante cuatro años y logró contener a las grandes familias de la droga. Hasta la fecha, nadie ha explicado con claridad por qué Fernando Grande-Marlaska saboteó su propio éxito al cerrar la unidad que creó nada más ser nombrado titular de Interior ante la ingobernable situación que se vivía en Algeciras, Tarifa y La Línea de la Concepción, que llegó a ser conocida como la pequeña Medellín.

La investigación la inició la Policía después de que integrantes de los Ariza aseguraran que los jefes de OCON-Sur estaban de su lado. Los policías informaron a Asuntos Internos de la Guardia Civil y comenzó la coordinación entre ambos cuerpos, que culminó con la desaparición de la unidad.

El informe del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, presentado el 20 de octubre de 2023, contiene un epígrafe titulado Cronología de informaciones de naturaleza delictiva del Tcnl. OLIVA. Se compone de 24 vigilancias al jefe de la unidad entre 2021 y 2022 y en cada una de ellas los agentes encabezan la descripción de los seguimientos con las palabras «en una información sin contrastar» o «se recibe información sin contrastar».

Pese a ello, hablan de la colaboración del máximo responsable del OCON-Sur con los miembros del clan e incluso del supuesto apoyo para introducir mercancía ilícita en un barco. A pesar de la gravedad de las acusaciones, los investigadores terminan reconociendo que las informaciones «no habían sido contrastadas».

Esta unidad antinarco logró contener la actividad de las principales organizaciones firmando las operaciones más importantes contra ellas y reventando los datos conocidos hasta la fecha en número de detenciones, intervenciones de alijos y sujeción de la actividad delictiva. Los traficantes temían al OCON-Sur. Tanto es así que cuando supieron que el Ministerio del Interior, contra todo pronóstico, ponía fin al grupo lo celebraron en unos WhatsApp a los que tuvo acceso este periódico. «An echo mucho destrozo aki en el pueblo (…) digoo el capitan David [sic]», escribe un miembro de uno de los clanes. «Chavales desde aller occon sur empieza a desaparecer», celebraba otro.

Al tiempo que el grupo se convirtió en la pesadilla de los traficantes, fue el objetivo de críticas internas por el éxito de sus operaciones. La desaparición hace tres años de OCON-Sur ha tenido consecuencias directas. Las incautaciones de droga han caído considerablemente y el precio ha bajado. La cocaína es el ejemplo más ilustrativo. Ahora, un kilo oscila entre 16.000 y los 18.000 euros. Hace dos años, se compraba entre los 28.000 y los 32.000.

La propia Fiscalía General del Estado ha recogido este extremo en su Memoria Anual después de que la fiscal delegada de Cádiz expresara su preocupación. «Esta disminución de droga incautada supone también una reducción de procedimientos penales en la provincia de Cádiz, lo que la delegada atribuye a una menor presión policial y a la desaparición del grupo operativo OCON-Sur, que se produjo sorpresivamente y sin comunicación previa a la Fiscalía de Andalucía ni a la Fiscalía Especial, ni a los órganos judiciales».