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El vicerrector de la Complutense dice al juez que tiene un centenar de e-mails de Begoña Gómez y su asesora de Moncloa

El ex vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la UCM, Juan Carlos Doadrio, ha cifrado ante el juez en un centenar los correos electrónicos que se cruzó con Begoña Gómez y con Cristina Álvarez, la asesora de Moncloa que pidió fondos para la cátedra de Begoña.

El cargo oficial de Cristina Álvarez Rodríguez es el de directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno. Pese a ello, parte de sus tareas se han dedicado a las tareas profesionales de la esposa de Pedro Sánchez. Doadrio ha indicado, según fuentes jurídicas presentes en la declaración, que Álvarez le pidió que le enviara a ella directamente los e-mails. Era, según ha relatado, «su persona de confianza ( la de Begoña Gómez». «Begoña siempre venía con Cristina», ha dicho.

Las actividades de Cristina Álvarez en la cátedra de Gómez fueron variadas. En una ocasión, envió un correo a Reale Seguros para intentar que la compañía cambiara de opinión y mantuviese el patrocinio de la cátedra. «Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como Patronos de la Cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis», escribió.

Álvarez aparece también en las cadenas de correos en las que la esposa de Pedro Sánchez aborda con la Complutense cómo tratar el registro del software que ha provocado la imputación por apropiación indebida, así como el registro de la marca de la cátedra extraordinaria en Transformación Social Competitiva. La asesora de La Moncloa empleaba para ello un correo particular.

En algunas ocasiones, sin embargo, Álvarez envió mensajes a colaboradores de la cátedra empleando la cuenta de correo oficial de La Moncloa e incluyendo el membrete de Presidencia del Gobierno.

En su declaración -la segunda que hace en calidad de testigo y, por tanto, con obligación de decir la verdad-, Doadrio volvió a insistir en que desde la institución académica se le impuso la relación con Gómez. «Me dijeron ‘tenemos que crear un cátedra para Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno».

Esta mañana también se ha sentado ante el juez el secretario general de Telefónica España, Nicolás Oriol, quien ha dibujado una nutrida cadena de contactos entre la esposa de Pedro Sánchez y la compañía un mes antes de que se reuniera la comisión mixta de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que supuso el inicio del polémico software por el que está imputada por apropiación indebida.

En estos encuentros Oriol situó como facilitador al empresario Rosauro Varo, accionista y miembro de varios consejos de Telefónica y también detalló tres reuniones clave con las que la esposa del presidente del Gobierno habría conseguido el favor de la operadora de telecomunicaciones.

El testigo ha indicado, según precisan fuentes presenciales en la declaración, que fue Varo la persona que promovió la invitación a participar el polémico software para la cátedra de la Universidad Complutense que dirigía Begoña Gómez. El secretario general de Telefónica se sentó ayer ante el magistrado Juan Carlos Peinado en calidad de testigo.

De acuerdo con su declaración, fue el propio Rosauro Varo quien propuso un encuentro con Begoña Gómez después de que ella le llamara por teléfono para conseguir apoyos de Telefónica para el desarrollo del software de la cátedra Transformación Social Competitiva (TSC) de la Complutense. Telefónica terminó haciendo de manera gratuita el software y estas reuniones, tal como especificó, se produjeron en la sede central de la compañía de telecomunicaciones.

Este testimonio es coincidente con el de otros testigos meses atrás donde detallado al instructor cómo la esposa del presidente del Gobierno se implicó directamente en la captación de fondos. A Varo, según Oriol, lo conoció cuando el empresario era consejero delegado de Prisa.

Al consejero delegado de Reale Seguros, Ignacio Mariscal, según su testimonio ante el magistrado, Gómez le contactó a través de terceras personas, concretamente un corredor de seguros, para mantener un encuentro.

Fue a través de una llamada telefónica cuando el consejero de Reale Seguros, de acuerdo con su testimonio, supo que la esposa del presidente del Gobierno tenía interés en conocerle. Era julio de 2020. La cita se produjo en septiembre de ese mismo años y Gómez le solicitó financiación asegurándole que la cátedra se iba a realizar.

Begoña Gómez siguió el mismo itinerario con el subdirector de la Fundación la Caixa, Marc Simó, con la salvedad de que los contactos con la entidad ya estaban trazados desde el año 2018 cuando la esposa de Sánchez coincidió con miembros de La Caixa, según expuso en su declaración el pasado mes de julio, en un encuentro sobre pobreza infantil inaugurada por Pedro Sánchez.

Los lugares comunes entre ambos patrocinadores pasan por que Begoña Gómez se implicó personalmente para conseguir los fondos y que lo hizo siempre con su marido ya en La Moncloa. Siempre atrajo los patrocinios dando por hecho que la cátedra se iba a realizar y que tenía el aval de la Universidad Complutense.

El representante legal de Telefónica especificó que llegaron a celebrarse al menos tres reuniones entre la compañía y Begoña Gómez en diciembre de 2021 y que en una de ellas habría estado presente Gonzalo Martín-Villa, entonces consejero delegado de Telefónica IoT & Big Data Tech, según las mismas fuentes.

Oriol también ha señalado que en los encuentros se dijo que el software sería para la Complutense y quedaría en propiedad de la universidad. En, concreto la primera reunión entre la esposa de Pedro Sánchez y Varo se habría producido el 13 de diciembre de 2021 en la sede central. Tal como señaló, el ex presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, estuvo en la reunión con la intención de saludar a los allí presentes.

El 22 de diciembre de ese mismo mes, hubo otro encuentro, según su testifical, y la tercera reunión se llevó a cabo el 23 de enero de 2022. Se da la circunstancia de que el acta de la comisión mixta de la cátedra de la Complutense, fechada el 27 de enero de 2024, «se da por hecho la aproximación necesaria para incorporar a distintas compañías entre las que se encuentra Telefónica».

Asimismo, Oriol ha apuntado que la inversión de Telefónica en el proyecto de la esposa del presidente del Gobierno habría sido de unos 55.000 euros, aunque no en metálico sino en mano de obra; en concreto, destinó a tres personas al desarrollo de dicho software.

Aunque estaba previsto que hoy también declararan los representantes legales de Google Spain, de Indra y de Arsys Internet, finalmente únicamente se celebró el interrogatorio al representante de Telefónica. Las fuentes jurídicas consultadas presentes en la declaración explicaron que en el caso de Google Spain y de Arsys Internet hubo problemas técnicos para llevar a cabo la videoconferencia, mientras que en el caso de Indra el magistrado consideró que el representante que acudió no era el que tenía que comparecer.

En el sumario de la causa consta que Indra informó por escrito al juez a principios de diciembre de que invirtió 128.442 euros en el software. Por su parte, esta misma semana ha trascendido que Google ha comunicado al juzgado que invirtió 110.000 euros.

Las citaciones se acordaron después de que en octubre el juez Juan Carlos Peinado ampliara la investigación contra Gómez para indagar en la querella que presentó Hazte Oír por presunta apropiación indebida del software de la UCM.