El 3 de noviembre fue el primer y último día que Pedro Sánchez pisó la llamada zona cero de la dana. El presidente del Gobierno visitó Paiporta junto a los Reyes y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que fueron recibidos con una lluvia de barro y palos. El impacto por la ira de la ciudadanía fue tal que no sólo no había vuelto a Valencia, sino que quienes lo han hecho -desde los ministros al propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo– han optado por la fórmula de las visitas privadas o semiclandestinas, sin convocatoria a los medios de comunicación. Sánchez, sin embargo, volverá este jueves a Valencia.
Lo hará para presidir en la Delegación del Gobierno una reunión interministerial. Y será también en la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia donde se reunirá con alcaldes afectados por la dana, según fuentes gubernamentales. Es decir, Sánchez no se verá las caras con los alcaldes en sus municipios, si bien las mismas fuentes afirman que «no se descarta» que acabe realizando alguna visita a la zona cero, donde el presidente del Gobierno volvería a quedar expuesto a los posibles abucheos.
El anuncio de su vuelta a Valencia llega tras la confirmación por parte del PSPV-PSOE de que Sánchez estará junto a Diana Morant en el congreso autonómico que el 1 de febrero. De esta forma, Sánchez se asegura que su regreso a Valencia no será para un acto de partido para respaldar a la líder de los socialistas valencianos y ministra de Ciencia, sino para un acto relacionado con la dana.
El PP había cargado duramente contra su ausencia en todo este tiempo en Valencia, a pesar de que fuentes de Moncloa insisten en que «hay que ir a no molestar, pero a dar cariño». Sin ir más lejos la vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Susana Camarero, lamentaba este martes: «Hoy hace 79 días que Sánchez huyó y no ha vuelto».
El PP, de hecho, ha tratado de aprovechar el vacío dejado por Sánchez para ocupar ese espacio. Feijóo estuvo este lunes con empresarios valencianos para presentar su Plan Valencia de 12.000 millones a ejecutar en diez años.
