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Una España de récord turístico lidera el sector a nivel mundial

Pronunciar la palabra «turismo» supone pensar en España. El dominio de nuestro país en materia turística a nivel internacional resulta incontestable y el arranque de Fitur solo es una pequeña muestra más de ello.

Con la pandemia de la Covid-19 más que olvidada y, lo más importante, superada, la industria turística española acaba de cerrar el mejor año de su historia, superando todas las previsiones posibles y pulverizando todos los récords imaginados. España es sinónimo de turismo y, con él, de locomotora de riqueza económica y de empleo. Una locomotora que, lejos de tener el motor gripado, funciona a pleno rendimiento con el engranaje más engrasado que nunca.

Quien quiera seguir viendo al turismo como un problema, y no como una herramienta de desarrollo, comete un grave error. Pero eso no quiere decir que haya que quedarse de brazos cruzados a vivir de las rentas. Sería ingenuo, e insensato, pensar que todo está hecho. Los excelentes datos turísticos alcanzados durante el año 2024 deben poner al sector, y a las administraciones públicas, en alerta. España es el líder mundial de la industria turística y eso exige acción y liderazgo político para saber manejar unas cifras tan elevadas que, de no gestionarse bien, pueden hacernos morir de éxito.

Fitur puede ser un buen momento para analizar, reflexionar y tomar decisiones en torno a un sector que está creciendo a un ritmo vertiginoso, pero que también muestra carencias y signos de agotamiento en algunas zonas de nuestro país. Ser conscientes de ello, poner coto a la masificación y mejorar la imagen de Marca España, lejos de la «tusimofobia» o el «balconing», son algunos de los grandes retos pendientes que hay que poner sobre la mesa, sin tapujos. Es el momento de volver a estar orgullosos del turismo, pues se trata del «petróleo» nacional, tal y como reflejan las cifras de 2024.

Los datos no dejan lugar a dudas. El año pasado ha sido el mejor de la historia para el turismo nacional. A la espera de las estadísticas oficiales, se puede afirmar que «2024 será el mejor año para el turismo en España desde que existen registros», tal y como adelantó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, la semana pasada.

En concreto, el gasto en destino durante 2024 crecerá alrededor de un 16% respecto a 2023, hasta alcanzar los 126.000 millones de euros, mientras que los visitantes internacionales rozarán la friolera de los 94 millones, lo que significa un 10% más que el año anterior. «Son números que confirman que España está, de nuevo, ante un año récord, y son cifras que ratifican que nuestro país avanza hacia un modelo turístico de mayor calidad y más diversificado, tanto en temporada, como en productos, como en destinos, en línea con las políticas públicas que se impulsan desde el Gobierno en los últimos años», apostilló el ministro Hereu.

Las buenas cifras oficiales también coinciden con las aportadas por la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur. En concreto, según las conclusiones de la última edición del Barómetro de Exceltur, el PIB turístico aumenta un 6,5% real en 2024 hasta alcanzar los 207.763 millones de euros, lo que consolida al turismo como el principal motor de la economía española, aportando el 26,1% de su crecimiento, generando 72 mil nuevos empleos y aportando 32.854 millones para la financiación de la seguridad social. En esta consolidación del liderazgo turístico «han jugado un papel fundamental las inversiones realizadas en el sector en los últimos años como uno de los principales motores de la fuerte expansión de la actividad turística. Desde 2020, la inversión en la mejora de producto ha subido un 6,2% en media anual, lo que ha implicado una gran modernización de la oferta. Por ejemplo, las plazas hoteleras de cuatro y cinco estrellas ha aumentado un 10% respecto a 2019», detalló Óscar Perelli el pasado jueves en su primera comparecencia pública como nuevo vicepresidente ejecutivo de Exceltur.

Nuevas tendencias turísticas

Tal y como apuntó Hereu al analizar los datos que arroja 2024, en nuestro país ya se dejan sentir algunas tendencias que ejemplifican la transformación de nuestro modelo turístico. En lo referente a la desestacionalización, y comparando el flujo de llegadas de 2019, el último año anterior a la pandemia, con lo acontecido en 2024, «se observa cómo los meses de lo que denominamos temporada baja y media tienen incrementos de viajeros superiores a la media y a los meses de temporada alta. Es decir, España sigue creciendo en viajeros en la temporada alta, pero a un ritmo inferior al del resto de meses del año».

En lo relativo a diversificación y experiencias, en 2024 se observan cambios significativos en cuanto a las motivaciones de viaje de los turistas internacionales. Respecto al año de referencia 2019, «este pasado año tenemos un 32% más de turistas que dicen habernos visitado por motivos culturales y un 28% más por motivos gastronómicos, por encima de la media del conjunto de motivaciones que recoge la encuesta de Egatur», apuntó el ministro Hereu.

En cuanto al número de visitantes por comunidades, cabe desatacar que, de enero a noviembre de 2024, la tasa de variación de turistas y gasto de las comunidades de la llamada España verde y de interior ha crecido, en términos relativos, respecto a 2023, por encima de la media de España y las seis comunidades principales. «Por ejemplo, el número de turistas de las comunidades principales creció un 10,5% y el gasto un 16,5% en ese periodo de 2024, mientras que el de las comunidades asociadas a la España verde y de interior lo hizo en 12,9% en turistas y un 18,9% en gasto.

Como última tendencia relevante, si analizamos los principales mercados emisores de turistas hacia nuestro país, «observamos que en 2024 los mercados de alto valor (como EE UU, Latinoamérica y Asia) han crecido significativamente por encima del mercado europeo», avanzó Hereu.

Previsiones para 2025

En cuanto al desempeño del turismo durante el primer cuatrimestre de 2025, el Ministerio de Industria y Turismo estima que España podría alcanzar los 36.000 millones de euros de gasto turístico, un 16% más que en el mismo periodo de 2024, y una cifra de visitantes cercana a los 26 millones de turistas, un 9% más que en el mismo periodo del año anterior.

En este sentido, según el Informe Sectorial de Turismo de CaixaBank Research, publicado también la semana pasada, el PIB turístico crecerá un 3,6% en 2025, manteniéndose por encima de la media del PIB general, proyectado en un 2,3%. Este avance responde a una combinación de factores que actúan como palanca de impulso, como la recuperación de los principales mercados emisores, el incremento del gasto turístico y la consolidación de la desestacionalización. «Este crecimiento se apoya en unos fundamentos sólidos. En concreto, calculamos la elasticidad de la demanda turística internacional en España respecto al PIB de los principales países emisores de turistas, así como la elasticidad precio de los servicios turísticos en España respecto a los precios de los principales países competidores. Este análisis nos permite concluir que el crecimiento en 2025 se apoyará en el crecimiento económico de los principales países emisores, así como en el mantenimiento de la competitividad precio del sector turístico español», afirma el informe.

Empleo

Otro buen dato es el empleo turístico, que subió en el último mes del año pasado un 3,8% respecto al mismo mes de 2023, hasta alcanzar los 2,6 millones de trabajadores. Así, 2024 acaba «con el mayor número de afiliados de la serie histórica y, además, con una caída de la temporalidad y una mejora del empleo asalariado, que crece un 4,4% interanual en diciembre. En suma, 2024 ha traído, en términos de empleo turístico, una mejora en cantidad y en calidad», aseguró Hereu.

En este escenario, todos los actores del sector turístico deben ser conscientes de que falta mucho por hacer y que no hay que caer en la autocomplacencia. «El sector público debe seguir gobernando, cuidando e impulsando la industria turística, uno de los pilares de nuestra economía, generadora de prosperidad para ciudadanos, trabajadores y empresas», afirmó Hereu. Un propósito que también reclama Exceltur, que hace «una llamada a los responsables políticos para dotar de mayor prioridad al turismo, sugiriendo 10 prioridades para 2025 con las que facilitar la mejor gestión de sus modelos de desarrollo y su transición hacia un turismo rentable socioeconómicamente, más comprometido con la calidad de vida de las sociedades locales y de una menor huella ambiental».