El Gobierno de Pedro Sánchez ha respondido este martes a la mención que ha hecho el presidente de EEUU situando a España dentro del grupo de los Brics. «Desconozco si esa afirmación realizada por [Donald] Trump es una confusión o no, pero lo que sí puedo confirmar es que, evidentemente, España no es un Bric, no es un país emergente», ha subrayado la portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
Además, la también titular de la cartera de Educación ha evitado las críticas a la «tecnocasta» que, según expresó este lunes Sánchez, apoya al mandatario al frente de la mayor potencia mundial y supone una «amenaza» a la que se «debe plantar cara» desde las instituciones comunitarias: «En España y, por tanto, en Europa miramos a EEUU como un aliado natural. Nosotros como país hemos mantenido y vamos a hacer todo lo posible para seguir manteniendo esa relación estratégica».
El origen de esta controversia se sitúa en unas declaraciones de Trump, mientras respondía a las preguntas de los periodistas desde su mesa en el Despacho Oval a la vez que firmaba una serie de órdenes ejecutivas de todo tipo, en las que mostró su contrariedad por la aportación al gasto en Defensa de España. Acto seguido, en una aparente confusión, vinculó esa situación con algo imprevisto y erróneo: la presunta pertenencia a los Brics.
Brics es como se conoce al grupo de países formado por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, a los que posteriormente se acabarían uniendo o prometiendo unirse otros, como Egipto, Emiratos Árabes, Irán, Etiopía y Argentina antes de Javier Milei. El mandatario estadounidense, sin embargo, ha transmitido la idea de que España es uno más de ellos, aun siendo miembro de la Unión Europea y de la OTAN. Y por ello ha amenazado con imponer aranceles a los productos españoles de hasta el 100%, como parte de su nueva política comercial.
En la estrategia de rebajar ahora el tono, desde Moncloa argumentan que los últimos intercambios comerciales, dentro de «esas buenas relaciones» que se mantienen con la superpotencia norteamericana, se han duplicado en esta última década. «Por tanto vamos, a seguir trabajando para afianzar esa estrecha relación que hemos tenido», ha agregado Alegría sin el menos atisbo de reproche a la advertencia de la aplicación de impuestos a las exportaciones.
Eso sí, sobre la crítica de Trump a que es «bajo, muy bajo» que España aporte menos del 2% de su PIB en gasto de Defensa, la portavoz del Ejecutivo ha remarcado que es el octavo país contribuyente de los 32 que forman la OTAN y que su compromiso con esta organización es «claro y firme». «Somos miembros desde hace 40 años y hemos demostrado desde el primer momento que somos un socio fiable, responsable y, sobre todo, comprometido», ha añadido recordando la cifra de más de 3.800 soldados desplegados actualmente en misiones internacionales, «muchas de ellas de paz».
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, respondió este lunes a las nuevas demandas del mandatario norteamericano para que los países miembros de la OTAN aumenten su inversión en Defensa hasta el 4% que cualquier aliado puede tener su opinión, pero que es una decisión que se adopta de manera colectiva y, en este caso, el objetivo que se acordó fue llegar a que los países destinen al menos el 2% del PIB. En este sentido, en una entrevista en Onda Cero recordó que el compromiso del Gobierno es llegar a dicho umbral en 2029 y que hay 10 países miembros que todavía están por debajo.
